EL TEMPERAMENTO
¿QUÉ ES? Y ¿CÓMO SE DESCRIBE? DESDE EL CONTEXTO EDUCATIVO
Por. Oxio Ramos
En la
actualidad el papel que desarrolla y emprende la educación es fundamental para
el pleno desarrollo de las personas, debido a que se están formando bajo una concepción critica, participativa,
consiente y solidaria en los procesos de transformación social, integral para
la vida con el perfeccionamiento de sus destrezas y capacidades tanto en el
crear, ser, conocer, hacer y convivir de acuerdo con sus aptitudes.
De
conformidad con esta perspectiva, se tiene, que educar es un acto complejo y
significativo, donde los actores
principales son los niños y niñas, en el proceso de modelación y
transformación de acuerdo a las necesidades planteadas por ellos mismos, donde
la premisa es ilustrar para la vida, tomando como punto de partida la
diversidad existente en nuestros tiempos
actuales, por lo que resulta razonable y es necesaria la inclusión y
participación de todos.
Tomando
en cuenta que todo ser humano posee características que lo hacen único e
irrepetible es necesario que en el contexto educativo; en lo que se refiere a
los maestros y maestras tengan por lo menos noción de algunas características
que tiene un niño, un adulto, una persona con discapacidad, una persona afro
descendiente, un indígena. Para de esta manera pueda realizar el abordaje pedagógico
requerido por las personas.
Por
ello, en este tema se trata sobre el temperamento. El temperamento es
una pertenencia psicológica que le impulsa dinamismo a la actividad o
desenvolvimiento de la persona. La principal base fisiológica de este, es la
actividad nerviosa, la cual va a estar determinada por el tipo de sistema
nervioso, que establece u origina el tipo de temperamento y sus
características: sensibilidad, reactividad, actividad, equilibrio entre
reactividad y actividad, ritmo, plasticidad o rigidez, introversión o
extroversión.
Conviene hacer referencia que el investigador Pavlov, realizó
diferentes investigaciones sobre el comportamiento y de las reacciones
psíquicas de los organismos, llegando a destacar que existen cuatro tipos de
sistemas nerviosos, a los que describió como fuerte, equilibrado y móvil, los
cuales también tienen la siguiente concordancia: fuerte, desequilibrado y
móvil, fuerte equilibrado y lento y débil: Estos dan origen al tipo de
temperamento.
Como se expuso al inicio, cada persona es diferente a las
demás, es irrepetible tanto en las dinámicas de sus actividades, como en el
contenido porque no tiene el mismo sistema nervioso ni ha tenido las mismas
experiencias ambientales, sociales, educativas entre otras.
Cabe destacar que existen innumerables diferencias entre los
sujetos tanto a nivel físico, como psíquico, teniendo fundamentación en este
tema las características psicológicas, que realizan una función como sistema y
producen el comportamiento de los seres humanos, que a continuación se van a ir
explicando.
Temperamento
definición: El temperamento es la base biológica del carácter y está
determinado por ciertas reacciones fisiológicos y factores genéticos que inciden en las manifestaciones
conductuales de los seres humanos.
CARACTERÍSTICAS Y TIPOS DE TEMPERAMENTO
A través del análisis de las características morfológicas se pretende
establecer relaciones entre tipos de temperamento y constitución somática. Se
trata de asociar las características de una constitución estructural física determinada, con características
temperamentales específicas.
Temperamento sanguíneo: Corresponde al predominio de
la sangre: físicamente son individuos de estatura
inferior a la media, buena musculatura, figura proporcionada. En sus
manifestaciones de carácter presenta tendencia a la irreflexión, es sociable,
poco tenaz y persistente.
Temperamento melancólico: Predomina en él lo que Hipócrates llamaba la
"bilis negra", se conoce también como tipo nervioso. Físicamente es
delgado, de estatura normal o superior a la media, con tendencia a la palidez.
Temperamento colérico: Predomina en su organismo la "bilis
amarilla". De estatura normal o superior a la media; la piel presenta un tono amarillento.
Temperamento flemático: Físicamente tienen tendencia a ser obesos, aunque pueden existir tipos delgados
ABORDAJE PEDAGÓGICO SEGÚN EL TEMPERAMENTO
La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer
sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos.
La atención pedagógica debe
partir desde una concepción de la forma como aprende un niño, valdría la pena decir que estilo de
aprendizaje tiene. Empero también se debe tener en cuenta las variadas formas
conductuales para que el proceso de aprender se fortalezca.
En los niños se presentan
estilos de comportamientos diferenciados y generan la personalidad; además
desde la etapa embrionaria en el vientre esa nueva vida (el feto), que se va
formando, constituyendo y desarrollando. También va adquiriendo dotes
biológicas que lo van a caracterizar luego del nacimiento y durante toda su
vida, alguna de estas capacidades o particularidades serian: la conducta, el
carácter, el temperamento, el razonamiento, las emociones y la conciencia. En este sentido se estima que el acto de
enseñar debe centrarse de acuerdo a la respuesta emocional del educando.
El niño de temperamento
colérico: tiene un sistema nervioso fuerte, desequilibrado (predomina la
excitación) y movilidad. Sus características son la alta sensibilidad, aunque
no tanto como el sanguíneo, alta actividad con predominio de la reactividad,
ritmo rápido, rigidez y predominio de la introversión respecto a la
extroversión. Un ejemplo de esto se observa cuando un niño con facilidad se
excita, tiene poco autocontrol, interrumpe las conversaciones y la clase para
ofrecer su opinión sin reflexionar en ella. Manifiesta permanencia en las
actividades, sobre todo, si son activas. No siempre se adapta con facilidad y
lo demuestra con irascibilidad e impaciencia, no es versátil, sus intereses son
bastante estables.
Los niños y las niñas con estas manifestaciones son acogidos por
su fuerza y entrega a las actividades, sin embargo, son cuestionados y hasta
rechazados por su impulsividad por el desconocimiento de sus características
son tratados de manera agresiva, lo que favorece a unas respuestas también agresivas,
comportándose inadecuadamente.
¿Qué hacer en el ámbito escolar?
A estos niños nunca debe confrontárseles, porque ellos actuaran
hacia el adulto de manera retadora y desafiante. Es decir manifestaran una
conducta Negativista y desafiante, debe decírseles siempre eres un niño muy
inteligente, pero no lo estás haciendo bien, de la misma manera debe
aplicársele estrategias de modificación de conducta, debe incentivárseles para
que en ciertos momentos sirvan como ayudante de la maestra, llevar sus libros,
ser el capitán del grupo, tomar el tiempo mientras realizan debates o
intervenciones en clase, es importante destinarle alguna responsabilidad.
El niño de temperamento
sanguíneo: tiene un sistema nervioso fuerte, equilibrado y móvil. Las
características de sus propiedades son: elevada sensibilidad, elevada
reactividad, elevada actividad, equilibrio entre reactividad y actividad, ritmo
rápido, elevada plasticidad y extroversión.
Los niños vivaces, alegres, activos, comunicativos, pasan de una
actividad a otra con rapidez y facilidad, intranquilos, cuando le interesa una
situación se concentran y se entregan a ella, sin embargo, si le resulta aburrida,
se distraen y se entretienen conversando o en otras actividades. Sus estados
afectivos son inestables, cambian con facilidad de estado de ánimo. Cuando los
regañan o le prohíben algo, le cuesta trabajo controlarse y pueden llorar, pero
lo olvidan en breve tiempo. Son impresionables y aunque, no se quedan callados,
si les interesa lo que hace son fáciles de disciplinar. Se adaptan con rapidez
a las nuevas situaciones.
Con frecuencia, los niños y niñas con estas manifestaciones son
acogidos con agrado por su manera de comunicarse y emprender acciones que les
gusta, sin embargo, su reacción fuerte, su intranquilidad e inestabilidad
emocional hacen que los padres y educadores los consideren difíciles de
controlar, de mantener quietos y de complacer. Los regañan constantemente, les
dicen que son “insoportables, que no se comporta bien” y otras frases, que
influyen en desorganizar su comportamiento, rebelarse, reaccionar con más
fuerza, perder el interés, tratar de llamar la atención con su conducta y hasta
obtener ganancias secundarias con sus estados emocionales.
¿Qué hacer en el ámbito escolar?
Debe manifestárseles comprensión y afecto, decirle que es un niño
bueno pero lo que hace no está bien, que él es una persona importante y las
personas importantes se tranquilizan, si es posible sentarlo cerca del maestro
o junto a niños más tranquilos, las tareas para ellos deben de estar adaptadas
en la atención y concentración. También es importante que cuando se les ofrezca
algo debe cumplírsele por ejemplo: si te calmas y haces la tarea salimos a
recreación, igualmente deben utilizarse para ellos modificadores de conducta.
El temperamento flemático: tiene un sistema nervioso
fuerte, equilibrado y lento. Las características de sus propiedades son: baja
sensibilidad (reacciona a estímulos más fuertes), elevada actividad, baja
reactividad, predomina la actividad respecto a la reactividad, ritmo lento, rigidez
para adaptarse a nuevas circunstancias e introversión.
En el caso de los niños callados o introvertidos, generalmente, no
comienzan las conversaciones y cuando lo hacen prefieren los monosílabos, no
expresan con facilidad sus estados emocionales. Cuando otros reaccionan, ellos
se mantienen inmutables, tranquilos. Son
lentos en la realización de sus actividades y en sus respuestas a las
preguntas que le hacen. Son pacientes y aunque no siempre lo demuestran,
les cuesta trabajo ajustarse a nuevas
condiciones, se comprueba esto, por el desinterés o apatía que exhiben en los
resultados no esperados en las actividades que se les encomienda ejecutar.
Los niños y niñas con estas manifestaciones son acogidos con
agrado por su discreción, tranquilidad y paciencia, sin embargo, su lentitud
provoca la irritación de los adultos que los rodean. Son muy criticados por
ello y presionados, lo que puede provocarles tensiones innecesarias y rebeldía,
que se perciben en un mutismo mayor, desinterés para participar y trabajar,
resultados no esperados en sus actividades, mayor lentitud y hasta trastornos
de hábitos como: tics, tartamudez, enuresis (orinarse en la cama), anorexia
(falta de apetito), onicofagia (comerse las uñas) y otros.
¿Qué hacer en el ámbito escolar?
Debe brindársele afecto y seguridad cuando realizan las tareas,
usar reforzadores de conductas como caritas felices, indicarles siempre que su
trabajo es valioso, incluso pedir el consenso del grupo de niños ¡verdad que él
lo va hacer muy bien!, debe evitarse en todo momento presionarlo para que
trabaje.
El temperamento melancólico: tiene un sistema nervioso
débil. Las características de sus propiedades son: muy alta sensibilidad (muy
susceptible), baja reactividad y actividad, ritmo lento, rigidez e introversión.
Son niños tranquilos, lentos, sus estados emocionales varían por
hechos insignificantes, son muy
susceptibles, lloran con frecuencia, se ofende con rapidez y su abatimiento es
duradero, son poco comunicativos y
cuando lo hacen, tardan en entablar la relación con los demás, se desconciertan
con facilidad, son reservados en sus opiniones y estados emocionales, no se
mantienen en una actividad porque ante los obstáculos pierden el ánimo y le
cuesta trabajo recomenzar y rectificar, pierden
el control de sí mismos ante su inseguridad, su adaptación a nuevas
circunstancias es difícil.
¿Qué hacer en el ámbito escolar?
El abordaje pedagógico de estos niños debe estar cargado de
estrategias motivacionales que lo estimulen constantemente para que participen
en las actividades, para ello deben usarse palabras que lo inviten a
participar, como por ejemplo: tú eres un niño muy inteligente, anímate que vas
a lograrlo, vamos hacerlo poco a poco y bien bonito, las actividades deben indicárselas
cortas de acuerdo al tiempo que logren trabajar, evitar la rutina también puede
usarse imágenes reforzadoras o modificadoras de conducta como las caritas
felices.
Los niños y niñas
con estas manifestaciones son acogidos por su tranquilidad y muchas veces,
enmascarada aceptación de las exigencias, sin embargo, son juzgados por su
exagerada sensibilidad, su falta de persistencia, sus movimientos lentos y
monótonos.
Es importante
tener presente que ningún temperamento es bueno ni malo. La base de la dinámica
de la actividad que regula está determinada por su sistema nervioso y es
preciso conocer sus características para manejarla adecuadamente, para de esta
manera poder alcanzar el máximo de las metas trazadas en cuanto a la educación
se refiere.
El manejo de los diferentes tipos de temperamentos y sus combinaciones deben estar orientados a que los niños y niñas deben ser educados de acuerdo con sus características individuales y entre ellas están, las de su temperamento, determinado por los rasgos de su sistema nervioso, por ello, aunque se ofrezcan orientaciones generales, éstas deben adaptarse a cada niño y niña.
Sin embargo, se
considera que existen cinco reglas de oro de la educación de los niños y niñas
que deben tenerse en cuenta en todos los casos: 1- ofrecer amor (debe
sentirse querido y aceptado) 2- ser consistente en la disciplina (los
miembros de la familia deben ponerse de acuerdo en las normas de conducta que
van a establecer, cumplirlas y respetarse entre ellos) 3- la medición o
negociación (en algunos casos sirve negociar con el niño: realizas la tarea
y jugamos) 4- mantener un mismo criterio ( en el caso de los padres no
deben desautorizarse uno al otro, en el caso que uno de ellos imponga una
sanción al niño el otro debe apoyar a que se cumpla y no romper la regla como
suele suceder en algunos casos 5- ser consecuentes en la disciplina (establecer
las normas, las exigencias de acuerdo con la edad y las características del
niño o niña).
Con frecuencia se
usan en su educación, el castigo físico, las amenazas, las comparaciones y
otros “métodos no educativos” que no promueven un adecuado desarrollo
psicológico, los padres y los maestros deben tener previstas tareas para cuando
terminen o se aburran de la que están ejecutando.
A MANERA DE CONCLUSIÓN SE EXPRESA LO SIGUIENTE
La evolución de la humanidad ha
estado mezclada con un sin número de complejidades culturales que se
fundamentan en las características más resaltantes de una persona las cuales
influyen notablemente en su normal desenvolvimiento en la sociedad. Desde esta
perspectiva se tiene que aquellas
personas que manifiestan actitudes sobresalientes en la ejecución de diferentes
actividades deben recibir el mayor apoyo
para un desempeño más efectivo y de
igual forma aquellos que no tienen un ritmo de desempeño aceptable o el
esperado por la sociedad. A ellos especialmente se les debe dedicar un proceso
de atención que busque de forma efectiva garantizarle su inclusión permanente
dentro de la comunidad no solo para que logre una adaptación y aprendizaje de
normas para la vida, también incluye la
empatía comprensiva de sus necesidades dentro de un proceso psico educativo,
pluricultural que precise la transformación del contexto en un ambiente
generador de estímulos que le posibiliten el desarrollo y máximo potencial de
la persona, el cual debe estar implicado en la consolidación de aspectos como
el carácter, temperamento y la conducta.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Bandres A. (1999) El temperamento
en Psicología general. Editorial progreso
Beillerot, (1998). Didáctica Para Educadores. Madrid España.
Carrillo J. (2001), El
sentido Social de la Educación. Buenos Aires Argentina.
Pérez P. (1984). Pedagogía
y desarrollo Infantil. Editorial Capeluz, Buenos Aires Argentina.
Piaget J (1981). Seis
Estudios de Psicología. Decima segunda edición, Madrid España.
ELECTRÓNICAS
Hernández Eduardo. Conozca el temperamento de su hijo (Documento en
línea) tupediatra.com/mnyy/adaptacion-conductas/mnyy33.htm (consulta 15/07/2016)
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