sábado, 23 de julio de 2011

REFLEXIONES SOBRE LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL EN LA DOCENCIA


REFLEXIONES PEDAGÓGICAS SOBRE EL ANALISIS DE LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL Y LOS TIPOS DE PERSONALIDAD PARA EL LOGRO EFICIENTE EN EL DESEMPEÑO DOCENTE Y LA INTERACCIÓN SOCIO AFECTIVA
AUTOR
Prof, Oxio Ramos
GENERALIDADES DEL TEMA
La vida moderna se ha tornado cada vez más compleja y problemática, razón por la cual la mayoría de los seres humanos deben enfrentar desafíos constantes, amenazas perceptibles e imperceptibles y hacer frente a situaciones insólitas.
La capacidad sustantiva para determinar su modo de actuar es la inteligencia, entendida como la herramienta que permite intuir, detectar, darse cuenta y planear acciones consecuentes. Clásicamente, se ha entendido esta capacidad como el poder intelectual, el acopio de información necesaria y un buen caudal imaginativo para interpretar la realidad y planear soluciones consecuentes.
De una manera muy general podría pensarse que una buena educación formal ofrece estos elementos y así la persona estaría preparada para insertarse exitosamente en la vida.
En términos algo más definidos, puede suponerse que el caso prototipo sería el de los profesional universitarios, que con esa clase de formación ya habría accedido a un grado tal de capacitación que lo haría capaz para su desenvolvimiento personal, social y afectivo.
Si bien todo esto es cierto, las demandas de vida de los últimos tiempos ha demostrado que no es totalmente cierto. En otros términos, hace falta algo más que una buena educación formal y la posesión de una clase de inteligencia entendida en términos corrientes.
Desde esta visión es importante destacar, los planteamientos que ofrece (Wigglesworth, 2004). Al revisar estos planteamientos es importante destacar que al hablar de diversas inteligencias, se van incorporando, prácticamente todas las capacidades humanas, llegándose a una suerte de culminación con la inteligencia espiritual. P. 35.
A partir de estos señalamientos es imprescindible reconocer que también se incorpora la dimensión espiritual y religiosa. Aún cuando pueda llegar a admitirse la existencia de todas estas clases de inteligencias, vale la pena plantear la real necesidad de ellas a fin de llegar a concretar un eficaz desempeño en las distintas actividades humanas.
En principio, se podría pensar que muchas características humanas, tales como el sentido estético, una presencia serena, la consciencia de las leyes espirituales, el sostenimiento y el cultivo de los valores éticos, entre otros, son aspectos que poco o nada tienen que ver con la eficacia en los quehaceres humanos.
Sin embargo, esto no es así debido a varias razones, el ser humano es una unidad, en él conviven diversos aspectos y dimensiones propias de sí mismo. Esta consideración tiene una innegable consecuencia práctica puesta que ello implica que todo importa y que cada una de esas características importa al momento de considerar el quehacer personal.
A modo de ilustración específica puede citarse la relevancia de la espiritualidad en la educación superior (Scott, 2004). Esta perspectiva constituye todo un cambio respecto de las actuales características de las instituciones universitarias donde imperan la fragmentación y la especialización extremas.
Y la razón de este cambio necesario reside en el hecho de que el mundo actual, los problemas que se deben enfrentar. En efecto, la globalización humana ya es un hecho y por otra parte se suscitan cuestiones complejas que demandan nuevas capacidades para tratarlas. Y muchas de estas nuevas capacidades son de una naturaleza eminentemente espiritual, racionales. No se trata de profesar o ser adepto a una determinada religión es una forma de conducirse ante las situaciones que nos encontramos cada día de nuestra existencia.
La espiritualidad de ningún modo puede reflejarse como un estilo de competencia entre las persona, sino todo lo contrario, es un desenvolvimiento adecuado en cuanto a llevarnos bien con los demás, realizar nuestros deberes, contribuir con el goce de nuestros derechos con conciencia que este mismo bienestar se realice en los demás es ser constructor de modelos de eficacia en nuestro desempeño laboral.
La eficacia es la capacidad que permite sostener la posibilidad de producir resultados, efectos, acciones en fin lograr un fin determinado desde enseñar a un niño a leer hasta construir un avión, la capacidad de producir resultados estaría representado por el “personal que hace vida en la institución escolar” es conveniente puntualizar que este sistema tiene carácter universal, se tiene conocimiento que en diferentes regiones geográficas que conforman el planeta, como en los países Europeos, Asiáticos y América Latina no es la excepción.
Pero la calidad de estos resultados dependerá del estado de salud, el compromiso, la disposición, la buena voluntad de su personal. Ahora existen organizaciones ya sean empresariales, jurídicas, médicas y educativas que se afianzan en el principio que dice: organización es un conjunto de personas que interactúan para obtener resultados. Con este enunciado por delante se observa que la calidad de las interacciones o relaciones definen el bienestar de los individuos, como vemos es aquí donde se visualiza la salud del personal y lo que pregonamos cuando hablamos de sustentabilidad.
No obstante es necesario decir que en la actualidad, debido al fenómeno de la globalización, las organizaciones deben adecuarse a sus mercados para mantenerse en los estándares de la competencia y de igual manera las instituciones educativas buscan elevar el perfil de brindar una educación de calidad, y esto lo hacen implementando modelos alternativos donde se toma en cuenta las habilidades Internas o Espirituales, que común mente las denominan o las jerarquizan en una matriz foda haciéndolo global incluyendo hasta los patrones de conducta..
Tomando en cuenta lo planteado, cuando una persona reúne las competencias técnicas y genéricas en el buen manejo de los procesos educativos y/o administrativos, pero además siente un profundo compromiso con su tarea, cualquiera sea la función que pretende implementar donde cree que puede apoyar, nos encontramos con un individuo que dejaría satisfecho a la mayoría de los seleccionadores de Recursos Humanos.
Es así como de este modo se agrega “valor”. Sin embargo falta mucho más. ¿Necesitamos desarrollar algún tipo de Inteligencia en el trabajo? ¿Cómo ejercer un compromiso gerencial donde el componente Espiritual sirva para incentivar el cambio, la creatividad y el manejo de la cultura organizacional? ¿Cómo influye la personalidad del docente en las acciones dentro de la escuela?, ¿Cuáles son sus expectativas para el cambio?, ¿De qué manera logra integrarse con el resto de sus compañeros?, ¿Es integrador o desintegrador del clima laboral?
En este mismo orden de ideas es necesario para el logro de la gerencia exitosa, tener conocimientos de cómo desarrolla el personal cualidades como, la armonía en el ambiente laboral, el amor, la paz, asume el liderazgo para la solución de problemas, apoya ante situaciones para defender a otros, Propicia el desprestigio de los demás etc.,
Desde de esta concepción, se presenta una visión apoyada por investigaciones en el campo de las ciencias psicológicas, psiquiátricas, neurológicas y enfoques espiritualistas que una persona feliz, rinde mejor, es mejor líder y es capaz de lograr mejores resultados, pueden enfrentar la crisis con dolor pero sin sufrimiento, pueden perder cosas materiales pero lo ven como una experiencia para volver a empezar y superarse, ser emprendedores.
Conforme a lo planteado desde esta perspectiva es posible evaluar, que nivel tienen desarrolladas las cualidades o dones de este paradigma, que implica estar Espiritualmente desarrollados como parte de la salud mental y su relación con la toma de decisiones.
En consecuencia desde el punto de vista individual, la Personalidad viene a ser un conjunto de características que describen el comportamiento del individuo, partiendo de los tipos de personalidad como a, b, c y en la medida que más sólidos sean y con frecuencia se presente las características en diferentes situaciones, mas importante se vuelve esta para describir al individuo.
Las organizaciones, en el caso de las escolares, tienen una visión, misión, Valores y objetivos de servicio público externo e interno así como también, objetivos de supervivencia, pasan por ciclos de vida y enfrentan problemas de crecimiento.
Tienen una Personalidad, un carácter y se consideran como micro sociedades, que tienen sus procesos de socialización, sus normas, y su propia historia, que tienen implicaciones con el docente y su Inteligencia Espiritual y los Tipos de Personalidad.
LOS TIPOS DE PERSONALIDAD
A menudo la gente habla de la personalidad como si se tratara de un producto. No solo eso, algunas veces hablamos como si la personalidad consistiera en rasgos atractivos y admirables, Pero no vemos que la personalidad es algo con un poco de complejidad e incluye tantos rasgos positivos como negativos

La personalidad está formada por una serie de características que utilizamos para, la personalidad es la suma total de las formas en que un individuo reacciona y se relaciona con los demás.
La personalidad está determinada por los genes, que nos proporcionan una gran variedad de predisposiciones. Pero el ambiente y las experiencias de la vida se ocupan de moldear todas esas posibilidades en una dirección u otra.
Es por esto que aunque podamos cambiar nuestra forma de ser, lo hacemos de acuerdo con unas características de personalidad con las que hemos venido al mundo.
La personalidad está muy ligada al concepto que los seres humanos tienen de ellos mismos y del mundo que los rodea, ya que las personas reaccionan al mundo de acuerdo a su modo de percibirlo.
La personalidad determina ese modo de ver el mundo y de vernos a nosotros mismos, pero, al mismo tiempo, la manera de vernos a nosotros mismos influye en nuestra personalidad.
Existen varios tipos de personalidad entre los cuales podemos encontrar:

El reformador:
Las personas con este tipo de personalidad son de tipo racional, idealistas con sólidos principios, determinado, controlado y perfeccionista.
El ayudador: Son de tipo interpersonal, preocupado por los demás: generoso, demostrativo, complaciente.
El triunfador: Son los de tipo pragmático, orientado al éxito, adaptable, sobresaliente, ambicioso y consciente de su imagen.
El individualista: Son de tipo sensible, reservado, expresivo, dramático, ensimismado
El investigador: El tipo cerebral, penetrante, perceptivo, innovador, reservado y aislado.
El leal: Son de tipo comprometido, orientado a la seguridad, encantador, responsable
El entusiasta: Son activos, divertidos, espontáneos, versátiles, ambiciosos y dispersos.
El desafiador: Son dominantes, seguros de sí mismo, decididos, voluntariosos.
El pacificador: Son aquellos de tipo indolente, modesto, receptivo, tranquilizador, agradables y satisfechos.
Ahora es importante destacar que los aspectos conductuales personales se forman desde la infancia, muchas personas llegan a ocupar posiciones gerenciales, económicas o de un alto compromiso, pero jamás lograran despojarse su realidad natural, si proceden de familias mezquinas serán mezquinas en su desempeño, si se formaron en contradicciones serán contradictorios, si son imponentes, les gusta que los demás se humillen ante ellos es porque en su naturaleza familiar estuvo presente esa conducta.
Para la psicología cognitiva y la psicoterapia personal esto lleva a delimitar la acción humana como un acto tedioso, o agradable en ciertas circunstancias. Las personas que tratan de hacer valer su palabra a costa de lo que sea tienen una personalidad interior confusa, sobre todo aquellas que obligan a los demás a ser como ellos son, como piensan, como quieren que hagan las cosas, que sean autónomas, eso no basta para este tipo de personas perfeccionistas, sus criterios son del yo por el yo y siempre yo y mas nadie.
Ante estos señalamientos, es importante reflexionar ante la opinión de Carmen Santiago que con respecto al ego y al desmedido materialismo que actualmente sustenta la sociedad mundial, situación que no permite que el ser espiritual brille en cada persona, existen leyes y por eso.
Si miras el Universo y ves el concierto de vida inteligente que te rodea convendrás en que existen Leyes Superiores, y se llaman leyes superiores porque el intelecto humano no las alcanza y no las alcanza porque no pertenecen a su ámbito. Son las Leyes del Alma, de esa gran conciencia que creó el Universo de la cual nosotros somos gotas de su inmenso Ser. Las encontraremos cuando sumergidos en lo profundo de nuestro ser nos encontremos de cara con nuestro Ser Superior y, sumergidos en Su Luz le digamos, Yo Soy Tú, Tú eres yo.
Esto implica que no hemos logrado alcanzar un crecimiento digno en nuestro paso por la vida, y siempre estaremos, aferrados a situaciones que están en nuestra mente, algún sentimiento de venganza que es el que más persisten en el ser, en este sentido, la espiritualidad no se basa en una creencia especifica, ella se sitúa en nuestras actitudes de desenvolvimiento en este complejo mundo.
Conociendo nuestra naturaleza, buscando dentro lo que no vamos a encontrar afuera. Reconociendo las cadenas que nos atan, que están en las creencias que condicionan nuestra conducta. Cuando no puedes manejar tus emociones, tus pensamientos y tus instintos, estás en la triple cárcel de tu personalidad.
El camino es hacia dentro de cada uno de nosotros. Cada uno en su línea de creencia lo puede hacer, y las creencias son formas de llegar a esa Verdad. Silencia por un instante tu mente intelectual y escucha tu corazón, allí está la sabiduría de las edades que se resumen en la palabra Amor. Y el amor se expresa como ternura, solidaridad, cooperación, identificación con la necesidad del otro. El súper maestro que nos vino a enseñar esto es el Maestro Jesús. Sigue su enseñanza de Unidad.
Por eso la espiritualidad no es pertenecer a una determinada religión es un problema de conciencia absoluta en la que cada persona debe proyectar su imagen, su confianza, sus metas, es posible visualizar como muchas personas llevan cicatrices eternas en su alma, pensamientos ignorantes, sandillas, la venganza persistente, el invento, una palabrita muy de moda, aquí entre nosotros, como se siembra mala semilla , como se abona el mal de esta manera, se les pudiese llamar los Judas Iscariote del siglo XXI.
Los tiempos nos demandan la recuperación de nosotros mismos. Recuperar lo que somos, hacer el descubrimiento de nuestra verdadera naturaleza y encontrar la bondad en nuestro corazón, que es la semilla divina, o el “programa” que Dios puso en cada corazón humano para que se desenvuelva con el devenir del tiempo.
Y esa bondad es la que puede cambiar los acontecimientos. Despertar del sueño del materialismo, en especial de aquellos que vivimos en la cresta de la ola, en medio del confort, la abundante comida y el desperdicio.
Ser la voz de los que no tienen voz y no apoyar ni con el pensamiento la estrategia oscura que en este momento gobierna el mundo. Proteger la naturaleza, la que está a tu lado, tomando medidas ecológicas de conservación.
Estar atento y no creer todo lo que digan los periódicos o salga por la televisión. Vivir con conciencia, pero empezando por ser autoconsciente de quien en verdad eres. Porque cada ser humano es una chispa divina, un Hijo de Dios en potencia, y ese programa divino espera que se den las circunstancias apropiadas para desenvolverse y transformar esta bendita Tierra tan azul y tan bella.(Carmen Santiago).
Volviendo al tema espiritual es necesario que se rehaga la conciencia, de la persona es posible el cambio, las cosas no se arreglan con tres pepazos en la frente como algunos en el lenguaje coloquial venezolano se refieren a la muerte, la muerte del enemigo quizás la muerte de alguien que un día fue su inseparable amigo.
Vista toda esta realidad teórica se denota que la espiritualidad radica en cada persona, pero se va deshaciendo a través del tiempo por la influencia de factores negativos como el enojo, los sentimientos de venganza, la pugna, la crítica, los malos comentarios la poca aceptación que se tenga hacia los demás y uno de los mas sobre salientes; el chisme, oír al chismoso, ocultar su identidad para luego arremeter contra los demás. Esos disque amigos que se arrastran ante los pies de un gerente, presidente de empresa, caporal, director de institución educativa. Esos que muestran una falsa preocupación por algo por tan solo llamar la atención del jefe, tiene una espiritualidad opacada y son gente propensa a extrañas y graves enfermedades que ellos mismos con sus vibraciones negativas, crean.
Estos pensamientos salen y suelen surtir algún efecto negativo en alguien, pero ellos regresan a su casita a ese lugar donde salieron, pero no vienen solos como son entes negativos se juntan con todo lo que se parece a ellos, por eso se ve tanta gente sufriendo a causa de sus propias actuaciones
En tal sentido la espiritualidad es un don por el que se debe luchar hasta lograr alcanzarlo y adherirlo al cuerpo pensante. Cada persona es responsable de sus triunfos y desaciertos.