EL CARÁCTER, LA PERSONALIDAD Y EL
TEMPERAMENTO DESDE UNA VISIÓN PEDAGÓGICA
Por.
Oxio Ramos
En la sociedad
con el acontecer de los tiempos, siempre se ha considerado que la educación
formal de los niños atañe solamente a los maestros, siempre se ha escuchado que
es el educador quien tiene la responsabilidad de proyectar e incentivar en el
niño una conducta lógica, adecuada al entorno social donde hace vida y por si
fuera poco en ese mismo argot popular es el maestro el que tiene la
responsabilidad de las aptitudes conductuales de la persona y de todo lo que
haya que aprender. Estableciéndose un modelo relacional social entre el
estudiante y el educador cuya interacción
va a crear la visión positiva que tienen los padres y el resto de las
personas sobre la educación.
Fundamentándose
en estos aspectos, se considera que en
el proceso de formación educativa, interrelación social, ciudadanía y conducta
humana también tienen grande responsabilidad
los padres, madres, representantes y responsables de los estudiantes.
Ellos son figuras elementales en la educación psico social, psico conductual y
formal de sus hijos, reconociendo que su intervención es de suma importancia
para el éxito en el logro de los objetivos educativos generales, los objetivos
de la conciencia humana al igual que los objetivos de la sociedad en general.
Así como también ejerce gran relevancia la estructura actitudinal de la persona,
porque de ésta se desprende su comportamiento durante todas las etapas de su
vida.
En atención a
esto, surge mi iniciativa, de reflexionar como educador sobre los aspectos
psico sociales, conductuales y de la formación y expresión del carácter y la
personalidad en los seres humanos.
Este
razonamiento germina, tomando como base los señalamientos teóricos educativos
que en los últimos años se han puesto de manifiesto sobre la formación
polivalente de los educadores. Los profesionales de la docencia, no solo deben
tener la aprehensión y manejo de estrategias y métodos interactivos para
facilitar el aprendizaje, sino que al mismo tiempo deben tener conocimientos
concretos de diferentes situaciones de la vida diaria, la ciencia, la
tecnología, las artes, el desarrollo psicológico humano entre otros, que
posibilitaran en el ilustre trabajador de la docencia un amplio manejo de
dichos referentes para contribuir a reformar una educación innovadora, critica,
reflexiva y eficiente.
En consideración al señalamiento anterior, se
tiene que la Conferencia Mundial de Educación Para Todos, auspiciada por la
organización de las naciones unidas ONU realizada en 1990, denominada, marco de acción para satisfacer las
necesidades básicas de Aprendizaje. Recomendó la importancia de formar
maestros polivalentes (de conocimientos
amplios y diferenciados), con el fin de impulsar la articulación entre el
proceso de educación formal y el no formal (Disponible en
www.waece.org/forma_docente/.../capitulo6.php)
Desde
esta perspectiva se precisa el desarrollo de este tema denominado el carácter, la personalidad y el temperamento
desde una visión pedagógica. Conociendo y expresando que el manejo,
intervención y conocimiento exacto y profundo de los mismos está a cargo de los
profesionales de la psicología, solamente en el campo educativo se le dará
proyección a conocer ciertos aspectos que llaman la atención sobre el
comportamiento de los estudiantes, de algunos adultos, de familiares, así como personas
del entorno laboral. A los que se le debe orientar; en el caso de los niños y
jóvenes aconsejar a los padres a solicitar el apoyo de los profesionales del
área psicológica. E igualmente conversar con los adultos de manera cordial a
buscar la ayuda necesaria.
Muy
frecuentemente en nuestro entorno social se presentan muchas interrogantes
sobre determinados comportamientos que en un momento determinado o siempre
demostramos o asumimos, a lo que siempre las personas expresan: ¡él o ella es
así!, ¡es un adulto y no cambia!, ¡no entiendo porque sale con eso!, ¡yo soy
así y nadie me va a cambiar!, ¡es muy desconfiado!, ¡vive observando todo!, ¡es
demasiado impulsiva! En fin son innumerables las expresiones verbales que
podemos escuchar ante cualquier comportamiento inadecuado de un niño, joven, o de un adulto o anciano.
De
todo esto, siempre se expresan interrogantes, cuando se le hace sugerencia a
alguien de algún comportamiento imprevisto ¿tú crees que puedo cambiar si soy
tan pesimista?, ¿te parece que yo logre cambiar y relacionarme con los demás?,
ante esto es necesario que quien hace ciertos señalamiento hacia otra persona también
tenga la elocuencia de orientarle para que pueda luchar por un reajuste o
cambio en la personalidad.
En
diversas oportunidades hay quienes nos hayamos hecho la pregunta de porque
somos así, esto ocurre cuando una persona actúa de inesperado y en determinado
momento puede reflexionar y ver que cometió un error, aunque hay muchos que
nada los hace volverse para ver su inadecuado comportamiento. De igual manera
mucha gente por allí tal vez debe preguntarse porque es: envidioso, colérico,
obsesivo, dependiente, chismosa, tipo tranquilo como solemos decir. Estas acciones se constituyen
en la sociedad actual y a lo mejor en la
pasada sucedió.
Cabe
asegurar que los referentes de investigación sobre la personalidad, señalan que
la persona es el resultado y consecuencia de la incidencia de factores, de
circunstancias que tienen que ver con la estructura genética, con la
interrelación con adultos significativos como padres, abuelos, hermanos e
incluyendo igualmente la ubicación geográfica donde se crió o vive; a esta última
se le atañe las vivencias socio culturales: relacionamiento social,
tradiciones, educación, lenguaje coloquial, formal u obsceno, el comportamiento
reactivo de ese grupo social entre otros. Todo ese bagaje de elementos y
factores han ido modelando el como soy, como eres, como son, o como somos etc.
Mientras
todo lo anterior ocurre, igualmente reviste máxima importancia la carga
genética, que tienen influencia en la herencia de la personalidad, que a pesar
de los sucesivos estudios e investigaciones realizadas, esa personalidad no
está definida científicamente, y se ha procedido a identificarla como el
temperamento. Y se construye el constructo que factores socio culturales,
relación socio afectiva, los factores psicológicos son los que originan el carácter.
En el lenguaje cotidiano es común hablar de temperamento, conducta, carácter
que según los postulados psicológicos a veces se les utiliza mal para indicar
cualquier expresión de las personas.
En
este sentido se proponen algunas definiciones que tienen que ver con el tema
tratado hasta ahora.
HERENCIA:
Conjunto de características fisiológicas (genes) y somáticas que los seres
vivos reciben de sus progenitores. Los genes son las unidades de la herencia.
PERSONALIDAD: (De
persona) f. Diferencia individual que constituye a cada persona y la diferencia
de otra.
EL TEMPERAMENTO: es la
base fisiológica del carácter y se determina a través de los procesos orgánicos
y factores genéticos que inciden en la manifestación conductual de los seres
humanos.
EL CARÁCTER: es
una tendencia que se utiliza para identificar un tipo de comportamiento que
manifiesta una persona, se ha encontrado que todos los elementos que integran
el carácter se organizan en una unidad que se conoce como estabilidad y
proporcionan al carácter coherencia, uniformidad en sus manifestaciones de
acuerdo a los cambios lógicos que ocurren a lo largo de la vida.
CONDUCTA: la conducta es la manera en que las personas se desenvuelven en la vida
y en las acciones que llevan a cabo, por tal motivo la palabra puede utilizarse
como un sinónimo de comportamiento. En tal sentido, conducta refiere las
acciones de la persona en relación con su entorno, o con su mundo de estímulos.
Para las ciencias sociales la
conducta incluye aspectos genéticos, culturales, sociológicos y económicos
además de la estructura psicológica: para detallar mejor; la conducta es el
conjunto de comportamientos observables de las personas o de una persona, se
encuentra dividida en tres importantes áreas: La Mente (encierra actividades
como pensar, idealizar, recapacitar, reflexionar, recordar). El cuerpo (incluye
acciones comer, hablar, dormir, trabajar). Y el mundo externo (contiene todo lo
que rodea, ambiente paisaje, urbanismo, objetos, personas diversas, animales).
Conforme a esto, se puede considerar satisfactoriamente que cada uno de
nosotros somos el resultado de nuestro propio carácter y nuestro propio
temperamento, se prevé importante que el temperamento en la persona no se puede
mover, pero en cuanto al carácter si es posible su modificación. Todo queda en
la perspectiva de la persona que según sea su expresión de carácter hacia los
demás, busque la forma de mejorarlo.
Las diferentes investigaciones revelan que la manifestación externa del
carácter se puede mirar como la señal de identidad de la persona, igualmente se
sustenta que este proceso no se desarrolla de forma pasiva, sino que cada
individuo dentro de sí mismo elabora una característica única de cierta
realidad vivida.
En este sentido, se deja pautado el ejemplo que algunos investigadores
citan sobre la manifestación del carácter, el cual es citado también por
(Mezart, 1991). “La forma diferente de ser y comportarse se observa en dos
gemelos monocigotos que con la misma carga genética, vivencias psicológicas
iguales, vivencias sociales parecidas, la misma familia, los mismos profesores,
los mismos amigos. Tienen comportamientos diferentes”.
Esta concepción evidencia que el carácter viene a representar la
originalidad de cada ser humano, el carácter es lo que origina que cada uno de
nosotros sea diferente e irrepetible, cada persona no piensa igual a otra, no
tiene la misma visión o ambición de algo, es totalmente irrisorio pensar que
nuestra forma de actuar y desenvolvernos la manifieste otro ser humano, es
imposible.
A partir este enfoque, podemos concretar que la personalidad es una
organización dinámica que define el comportamiento y el pensar de cada ser, por
ello no cabe la menor duda que los procesos de manifestaciones personales, se
puedan ir modificando en el transcurso de nuestra vida, esto ocurre porque la
personalidad tiene una característica adaptativa, siendo el medio que
posibilita la sensación de bienestar.
Todas las personas, desde otra idea más subjetiva, cada uno de nosotros
tiene un concepto definido de sí mismo su propio yo, que como un reflector de
luz irradia la imagen que tenemos internalizada de nosotros mismos. Lo que
permite expresar que la personalidad viene siendo el resultado de la naturaleza
genética y del aprendizaje experiencial.
Ante esto, se determina que la personalidad de cada: niño, niña,
adolescente, joven, adulto y anciano; se va estableciendo a lo largo de toda su
existencia. Esto deja entender, que el ser humano va asumiendo las diferentes
experiencias vivenciales, las positivas como las negativas y fundará su
carácter, al que se le hace la sumatoria del temperamento; este último que es
la parte estructural de todo individuo.
A partir de estas consideraciones, se puede expresar que desde cualquier
contexto social en nuestros días, se puede ver diferentes maneras de actuación
de las personas, es incontable la caracterización que se puede tener de los
grupos sociales, en esos entornos se puede interactuar con personas sonrientes,
individuos muy serios, personas amistosas y cordiales, otras reservadas en su
trato, personas que reflejan una cara delante de alguien y detrás de esa misma
persona manifiestan otra. Se encuentran personas pasivas, impulsivas,
dependientes, indecisas. Una diversidad de comportamientos; pero que al fin y
al cabo constituyen ese ente viviente llamado ser humano.
A lo largo de la evolución de la ciencia, especialmente la psicología,
se ha enfatizado mucho en cuanto a los diferentes tipos de carácter que se han
ido descubriendo y analizando, dejando por sentado que el carácter se centra
exclusivamente en la constitución física o en la forma diferente de
manifestarse con respecto a los demás o en el modelo de vivencias que ha tenido
de sí mismo, en tal sentido de estas manifestaciones se le adjudicó una
definición y unos rasgos que permite reconocerlos.
Igualmente, los investigadores de esta área de la psicología han
convenido en señalar que no existe un tipo de carácter puro ni exclusivo,
simplemente se reconoce que todo los seres humanos somos una mescolanza de
diferentes rasgos (psico afectivos, psico sociales, psico culturales) con
influencia de características particulares. También es oportuno dejar claro que
ser de una manera o de otra, no precisa que sea una enfermedad o patológica
psíquica; si estas expresividades se hacen recurrentes, que lleven a alterar el
contexto o a crear alguna situación desagradable sobre otros, se debería
consultar a un especialista de psicología.
Continuando en el abordaje del tema a continuación se hace una especificación
resumida de los tipos de carácter que se conocen en las personas. El
de Carácter Nervioso: es una persona que cambia continuamente de
intereses así como de ocupación. Mantiene característica inestable y su
voluntad es muy débil, es cariñoso y sociable de apariencia extrovertido. El
de Carácter Sentimental: es una persona tímida e insegura, pero muy
reflexivo, siempre busca el aislamiento, la soledad y presenta problemas para
adaptarse a cosas nuevas. El de Carácter Colérico: Se
caracteriza por sus arrebatos, impulsividad, dejándose llevar por la primera
impresión y es poco constante, además abandona las actividades cuando sospecha
algún peligro; que puede ser real o fantaseado. El de Carácter Apasionado:
es una persona muy dedicada a su trabajo, le encanta el estudio y vive siempre
ocupado. El de Carácter Sanguíneo: Es una persona muy cerebral y
da la presentación de una persona fría. Es trabajador y curioso, con buena
capacidad para adaptarse a cualquier ambiente. El de carácter Flemático:
Es una persona reposada, tranquila y muy ordenada. No le agrada el trabajo en
equipo, es dócil y metódico en sus quehaceres. El de Carácter Amorfo o
Indeciso: es perezoso, es despilfarrador, impuntual, con carencia
notable de entusiasmo, suele aplazar tareas o trabajos. Aunque es sociable,
extrovertido y desordenado. El de Carácter Apático: Es
depresivo, pasivo, tiene poca iniciativa, muestra pereza y se manifiesta poco
interesado en las actividades del día a día.
Con relación a lo expuesto en el presente tema
se agrega que en la actualidad el papel que juega la educación es fundamental
para el pleno desarrollo de las personas, debido a que se están formando bajo una concepción critica, participativa,
consiente y solidaria en concordancia con los procesos de transformación educativa,
social-cultural, atendiendo al principio básico de integración para el disfrute
pleno de la vida, la libertad, la democracia y todos los valores que maneja la
acción de educar, mediante el desarrollo
de sus destrezas y capacidades tanto en el ser, conocer hacer y convivir de
acuerdo con sus aptitudes psico personales.
Desde esta perspectiva se comprende, que el
proceso de educar es un acto complejo y significativo, donde los actores principales son los niños, niñas y jóvenes en
el proceso de modelación y transformación de acuerdo a las necesidades que sean
necesarias fortalecer en ellos. Así mismo se asumen como actores del proceso
educativo a los adultos de acuerdo a la disposición e intensión que tengan para
mejorar sus experiencias, para continuar aprendiendo en un contexto, donde la
premisa es educar para la vida, aprender para el vivir viviendo.
Asumiendo como punto de partida la
diversidad de las manifestaciones de la
personalidad y el carácter en nuestros tiempos actuales, la cual es de mucha
importancia para reorganizar los
esquemas sociales que se refieren a cambio intra personal, donde tiene
incidencia el fortalecer las relaciones sociales en diferentes ámbitos ya sea
en la escuela, el hogar, el trabajo o en la comunidad. Siendo íntimamente
necesario para cada uno de nosotros reflexionar sobre las actitudes y conductas
que hemos manifestado para con uno mismo, con la familia o con algunas personas;
tomando en cuenta, si nuestro carácter a influido en las cosas negativas o
positivas que nos han sucedido alguna vez y emprender las estrategias
necesarias para lograr un cambio favorable. Vale la pena decir no cerremos la
puerta a la oportunidad de mejorar nuestro cambio interno. Los cambios intra
personales son demasiado favorables en el fortalecimiento personal, familiar e
institucional.
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