martes, 23 de agosto de 2016

EL CARÁCTER, LA PERSONALIDAD Y EL TEMPERAMENTO DESDE UNA VISIÓN PEDAGÓGICA

EL CARÁCTER, LA PERSONALIDAD Y EL TEMPERAMENTO DESDE UNA VISIÓN PEDAGÓGICA

Por. Oxio Ramos

En la sociedad con el acontecer de los tiempos, siempre se ha considerado que la educación formal de los niños atañe solamente a los maestros, siempre se ha escuchado que es el educador quien tiene la responsabilidad de proyectar e incentivar en el niño una conducta lógica, adecuada al entorno social donde hace vida y por si fuera poco en ese mismo argot popular es el maestro el que tiene la responsabilidad de las aptitudes conductuales de la persona y de todo lo que haya que aprender. Estableciéndose un modelo relacional social entre el estudiante y el educador cuya interacción  va a crear la visión positiva que tienen los padres y el resto de las personas sobre la educación.
Fundamentándose en estos aspectos, se considera  que en el proceso de formación educativa, interrelación social, ciudadanía y conducta humana también tienen grande responsabilidad  los padres, madres, representantes y responsables de los estudiantes. Ellos son figuras elementales en la educación psico social, psico conductual y formal de sus hijos, reconociendo que su intervención es de suma importancia para el éxito en el logro de los objetivos educativos generales, los objetivos de la conciencia humana al igual que los objetivos de la sociedad en general. Así como también ejerce gran relevancia la estructura actitudinal de la persona, porque de ésta se desprende su comportamiento durante todas las etapas de su vida.
En atención a esto, surge mi iniciativa, de reflexionar como educador sobre los aspectos psico sociales, conductuales y de la formación y expresión del carácter y la personalidad en los seres humanos.
Este razonamiento germina, tomando como base los señalamientos teóricos educativos que en los últimos años se han puesto de manifiesto sobre la formación polivalente de los educadores. Los profesionales de la docencia, no solo deben tener la aprehensión y manejo de estrategias y métodos interactivos para facilitar el aprendizaje, sino que al mismo tiempo deben tener conocimientos concretos de diferentes situaciones de la vida diaria, la ciencia, la tecnología, las artes, el desarrollo psicológico humano entre otros, que posibilitaran en el ilustre trabajador de la docencia un amplio manejo de dichos referentes para contribuir a reformar una educación innovadora, critica, reflexiva y eficiente.
 En consideración al señalamiento anterior, se tiene que la Conferencia Mundial de Educación Para Todos, auspiciada por la organización de las naciones unidas ONU realizada en 1990, denominada, marco de acción para satisfacer las necesidades básicas de Aprendizaje. Recomendó la importancia de formar maestros  polivalentes (de conocimientos amplios y diferenciados), con el fin de impulsar la articulación entre el proceso de educación formal y el no formal (Disponible en www.waece.org/forma_docente/.../capitulo6.php)
Desde esta perspectiva se precisa el desarrollo de este tema denominado el carácter, la personalidad y el temperamento desde una visión pedagógica. Conociendo y expresando que el manejo, intervención y conocimiento exacto y profundo de los mismos está a cargo de los profesionales de la psicología, solamente en el campo educativo se le dará proyección a conocer ciertos aspectos que llaman la atención sobre el comportamiento de los estudiantes, de algunos adultos, de familiares, así como personas del entorno laboral. A los que se le debe orientar; en el caso de los niños y jóvenes aconsejar a los padres a solicitar el apoyo de los profesionales del área psicológica. E igualmente conversar con los adultos de manera cordial a buscar la ayuda necesaria.
Muy frecuentemente en nuestro entorno social se presentan muchas interrogantes sobre determinados comportamientos que en un momento determinado o siempre demostramos o asumimos, a lo que siempre las personas expresan: ¡él o ella es así!, ¡es un adulto y no cambia!, ¡no entiendo porque sale con eso!, ¡yo soy así y nadie me va a cambiar!, ¡es muy desconfiado!, ¡vive observando todo!, ¡es demasiado impulsiva! En fin son innumerables las expresiones verbales que podemos escuchar ante cualquier comportamiento inadecuado de un  niño, joven, o de un adulto o anciano.
De todo esto, siempre se expresan interrogantes, cuando se le hace sugerencia a alguien de algún comportamiento imprevisto ¿tú crees que puedo cambiar si soy tan pesimista?, ¿te parece que yo logre cambiar y relacionarme con los demás?, ante esto es necesario que quien hace ciertos señalamiento hacia otra persona también tenga la elocuencia de orientarle para que pueda luchar por un reajuste o cambio en la personalidad.
En diversas oportunidades hay quienes nos hayamos hecho la pregunta de porque somos así, esto ocurre cuando una persona actúa de inesperado y en determinado momento puede reflexionar y ver que cometió un error, aunque hay muchos que nada los hace volverse para ver su inadecuado comportamiento. De igual manera mucha gente por allí tal vez debe preguntarse porque es: envidioso, colérico, obsesivo, dependiente, chismosa, tipo tranquilo como solemos decir. Estas acciones se constituyen en la sociedad actual y a lo mejor  en la pasada sucedió.
Cabe asegurar que los referentes de investigación sobre la personalidad, señalan que la persona es el resultado y consecuencia de la incidencia de factores, de circunstancias que tienen que ver con la estructura genética, con la interrelación con adultos significativos como padres, abuelos, hermanos e incluyendo igualmente la ubicación geográfica donde se crió o vive; a esta última se le atañe las vivencias socio culturales: relacionamiento social, tradiciones, educación, lenguaje coloquial, formal u obsceno, el comportamiento reactivo de ese grupo social entre otros. Todo ese bagaje de elementos y factores han ido modelando el como soy, como eres, como son, o como somos etc.
Mientras todo lo anterior ocurre, igualmente reviste máxima importancia la carga genética, que tienen influencia en la herencia de la personalidad, que a pesar de los sucesivos estudios e investigaciones realizadas, esa personalidad no está definida científicamente, y se ha procedido a identificarla como el temperamento. Y se construye el constructo que factores socio culturales, relación socio afectiva, los factores psicológicos son los que originan el carácter. En el lenguaje cotidiano es común hablar de temperamento, conducta, carácter que según los postulados psicológicos a veces se les utiliza mal para indicar cualquier expresión de las personas.
En este sentido se proponen algunas definiciones que tienen que ver con el tema tratado hasta ahora.
HERENCIA: Conjunto de características fisiológicas (genes) y somáticas que los seres vivos reciben de sus progenitores. Los genes son las unidades de la herencia.
PERSONALIDAD: (De persona) f. Diferencia individual que constituye a cada persona y la diferencia de otra.
EL TEMPERAMENTO: es la base fisiológica del carácter y se determina a través de los procesos orgánicos y factores genéticos que inciden en la manifestación conductual de los seres humanos.
EL CARÁCTER: es una tendencia que se utiliza para identificar un tipo de comportamiento que manifiesta una persona, se ha encontrado que todos los elementos que integran el carácter se organizan en una unidad que se conoce como estabilidad y proporcionan al carácter coherencia, uniformidad en sus manifestaciones de acuerdo a los cambios lógicos que ocurren a lo largo de la vida.  
CONDUCTA: la conducta es la manera en que las personas se desenvuelven en la vida y en las acciones que llevan a cabo, por tal motivo la palabra puede utilizarse como un sinónimo de comportamiento. En tal sentido, conducta refiere las acciones de la persona en relación con su entorno, o con su mundo de estímulos.
 Para las ciencias sociales la conducta incluye aspectos genéticos, culturales, sociológicos y económicos además de la estructura psicológica: para detallar mejor; la conducta es el conjunto de comportamientos observables de las personas o de una persona, se encuentra dividida en tres importantes áreas: La Mente (encierra actividades como pensar, idealizar, recapacitar, reflexionar, recordar). El cuerpo (incluye acciones comer, hablar, dormir, trabajar). Y el mundo externo (contiene todo lo que rodea, ambiente paisaje, urbanismo, objetos, personas diversas, animales).
Conforme a esto, se puede considerar satisfactoriamente que cada uno de nosotros somos el resultado de nuestro propio carácter y nuestro propio temperamento, se prevé importante que el temperamento en la persona no se puede mover, pero en cuanto al carácter si es posible su modificación. Todo queda en la perspectiva de la persona que según sea su expresión de carácter hacia los demás, busque la forma de mejorarlo.
Las diferentes investigaciones revelan que la manifestación externa del carácter se puede mirar como la señal de identidad de la persona, igualmente se sustenta que este proceso no se desarrolla de forma pasiva, sino que cada individuo dentro de sí mismo elabora una característica única de cierta realidad vivida.
En este sentido, se deja pautado el ejemplo que algunos investigadores citan sobre la manifestación del carácter, el cual es citado también por (Mezart, 1991). “La forma diferente de ser y comportarse se observa en dos gemelos monocigotos que con la misma carga genética, vivencias psicológicas iguales, vivencias sociales parecidas, la misma familia, los mismos profesores, los mismos amigos. Tienen comportamientos diferentes”.
Esta concepción evidencia que el carácter viene a representar la originalidad de cada ser humano, el carácter es lo que origina que cada uno de nosotros sea diferente e irrepetible, cada persona no piensa igual a otra, no tiene la misma visión o ambición de algo, es totalmente irrisorio pensar que nuestra forma de actuar y desenvolvernos la manifieste otro ser humano, es imposible.
A partir este enfoque, podemos concretar que la personalidad es una organización dinámica que define el comportamiento y el pensar de cada ser, por ello no cabe la menor duda que los procesos de manifestaciones personales, se puedan ir modificando en el transcurso de nuestra vida, esto ocurre porque la personalidad tiene una característica adaptativa, siendo el medio que posibilita la sensación de bienestar.
Todas las personas, desde otra idea más subjetiva, cada uno de nosotros tiene un concepto definido de sí mismo su propio yo, que como un reflector de luz irradia la imagen que tenemos internalizada de nosotros mismos. Lo que permite expresar que la personalidad viene siendo el resultado de la naturaleza genética y del aprendizaje experiencial.
Ante esto, se determina que la personalidad de cada: niño, niña, adolescente, joven, adulto y anciano; se va estableciendo a lo largo de toda su existencia. Esto deja entender, que el ser humano va asumiendo las diferentes experiencias vivenciales, las positivas como las negativas y fundará su carácter, al que se le hace la sumatoria del temperamento; este último que es la parte estructural de todo individuo.
A partir de estas consideraciones, se puede expresar que desde cualquier contexto social en nuestros días, se puede ver diferentes maneras de actuación de las personas, es incontable la caracterización que se puede tener de los grupos sociales, en esos entornos se puede interactuar con personas sonrientes, individuos muy serios, personas amistosas y cordiales, otras reservadas en su trato, personas que reflejan una cara delante de alguien y detrás de esa misma persona manifiestan otra. Se encuentran personas pasivas, impulsivas, dependientes, indecisas. Una diversidad de comportamientos; pero que al fin y al cabo constituyen ese ente viviente llamado ser humano.
A lo largo de la evolución de la ciencia, especialmente la psicología, se ha enfatizado mucho en cuanto a los diferentes tipos de carácter que se han ido descubriendo y analizando, dejando por sentado que el carácter se centra exclusivamente en la constitución física o en la forma diferente de manifestarse con respecto a los demás o en el modelo de vivencias que ha tenido de sí mismo, en tal sentido de estas manifestaciones se le adjudicó una definición y unos rasgos que permite reconocerlos.
Igualmente, los investigadores de esta área de la psicología han convenido en señalar que no existe un tipo de carácter puro ni exclusivo, simplemente se reconoce que todo los seres humanos somos una mescolanza de diferentes rasgos (psico afectivos, psico sociales, psico culturales) con influencia de características particulares. También es oportuno dejar claro que ser de una manera o de otra, no precisa que sea una enfermedad o patológica psíquica; si estas expresividades se hacen recurrentes, que lleven a alterar el contexto o a crear alguna situación desagradable sobre otros, se debería consultar a un especialista de psicología.
Continuando en el abordaje del tema  a continuación se hace una especificación resumida de los tipos de carácter que se conocen en las personas. El de Carácter Nervioso: es una persona que cambia continuamente de intereses así como de ocupación. Mantiene característica inestable y su voluntad es muy débil, es cariñoso y sociable de apariencia extrovertido. El de Carácter Sentimental: es una persona tímida e insegura, pero muy reflexivo, siempre busca el aislamiento, la soledad y presenta problemas para adaptarse a cosas nuevas. El de Carácter Colérico: Se caracteriza por sus arrebatos, impulsividad, dejándose llevar por la primera impresión y es poco constante, además abandona las actividades cuando sospecha algún peligro; que puede ser real o fantaseado. El de Carácter Apasionado: es una persona muy dedicada a su trabajo, le encanta el estudio y vive siempre ocupado. El de Carácter Sanguíneo: Es una persona muy cerebral y da la presentación de una persona fría. Es trabajador y curioso, con buena capacidad para adaptarse a cualquier ambiente. El de carácter Flemático: Es una persona reposada, tranquila y muy ordenada. No le agrada el trabajo en equipo, es dócil y metódico en sus quehaceres. El de Carácter Amorfo o Indeciso: es perezoso, es despilfarrador, impuntual, con carencia notable de entusiasmo, suele aplazar tareas o trabajos. Aunque es sociable, extrovertido y desordenado. El de Carácter Apático: Es depresivo, pasivo, tiene poca iniciativa, muestra pereza y se manifiesta poco interesado en las actividades del día a día.
Con relación a lo expuesto en el presente tema se agrega que en la actualidad el papel que juega la educación es fundamental para el pleno desarrollo de las personas, debido a que se están formando  bajo una concepción critica, participativa, consiente y solidaria en concordancia con los procesos de transformación educativa, social-cultural, atendiendo al principio básico de integración para el disfrute pleno de la vida, la libertad, la democracia y todos los valores que maneja la acción de educar, mediante  el desarrollo de sus destrezas y capacidades tanto en el ser, conocer hacer y convivir de acuerdo con sus aptitudes psico personales.
Desde esta perspectiva se comprende, que el proceso de educar es un acto complejo y significativo, donde los actores  principales son los niños, niñas y jóvenes en el proceso de modelación y transformación de acuerdo a las necesidades que sean necesarias fortalecer en ellos. Así mismo se asumen como actores del proceso educativo a los adultos de acuerdo a la disposición e intensión que tengan para mejorar sus experiencias, para continuar aprendiendo en un contexto, donde la premisa es educar para la vida, aprender para el vivir viviendo.
Asumiendo como punto de partida la diversidad  de las manifestaciones de la personalidad y el carácter en nuestros tiempos actuales, la cual es de mucha importancia para  reorganizar los esquemas sociales que se refieren a cambio intra personal, donde tiene incidencia el fortalecer las relaciones sociales en diferentes ámbitos ya sea en la escuela, el hogar, el trabajo o en la comunidad. Siendo íntimamente necesario para cada uno de nosotros reflexionar sobre las actitudes y conductas que hemos manifestado para con uno mismo, con la familia o con algunas personas; tomando en cuenta, si nuestro carácter a influido en las cosas negativas o positivas que nos han sucedido alguna vez y emprender las estrategias necesarias para lograr un cambio favorable. Vale la pena decir no cerremos la puerta a la oportunidad de mejorar nuestro cambio interno. Los cambios intra personales son demasiado favorables en el fortalecimiento personal, familiar e institucional.




No hay comentarios:

Publicar un comentario