LA ACTITUD DE CULPAR A LOS DEMÁS
Profe. Oxio Ramos
La humanidad ha transitado a lo largo de
los siglos a través de variadas etapas de evolución en las cuales se ha
sustentado para dar paso a los diferentes cambios trascendentales que la hacen
ser una comunidad extraordinaria, con
innumerables formas de ver, aceptar, crear, y orientar todas las acciones que
están encaminadas a mejorar el desenvolvimiento de los seres humanos, haciendo
énfasis principalmente en esa manera como se interrelaciona con el resto de las
personas del contexto donde habita.
Es bien conocida la regla que cada
individuo es moldeado por las constantes informaciones que recibe desde el
momento de la concepción así como todo
lo que percibe lo largo de la vida, siendo esto un modelo adquirido todas las
relaciones sociales como la cultura, los valores, pensamientos, sentimiento,
lenguaje, creencias e ideales políticos.
Todos estos elementos contribuyen a
fortalecer la psiquis social y espiritual del hombre, mujer, niño, niña dando
como resultado un ser equilibrado en sus actuaciones teniendo un amplio margen
de diferencia en el razonamiento; pues cada persona tiene una connotación de
pensamiento, análisis y forma de ver las cosas distintas.
Pero ello conduce a entender que cada
sujeto es responsable de sus expresiones de sentimiento, expresión del lenguaje
tanto critico como el de apoyo, y a veces también se toma en cuenta el lenguaje
gestual.
Visto desde esta perspectiva, se encuentra
que a través del lenguaje expresivo todo ser humano tiene la capacidad de
expresar ideas, recomendaciones, advertencias, pensamientos y sobre todo
comunicarse con sus congéneres en diferentes momentos de tiempo, y con
razonamientos diferentes, es decir a cada circunstancia la trata de forma
distinta.
Pero desde esta posición se encuentra
algo que ha venido preocupando a muchos, tanto estudiosos, como a personas sin ningún
nivel académico científico es decir personas naturales o independientes
exclamando de la siguiente manera interrogativa
¿Por qué algunas personas tienden
a echar culpas a los demás?
Resulta muy llamativo que muchas personas
siempre que fracasan tienden a culpar a alguien por lo cual ellos no pudieron
lograr su objetivo, mirando detenidamente esta situación se presentan
diferentes fracciones de acontecimientos que reflejan lo que hay detrás de este
tipo de actitudes como se plantea en lo sucesivo de este artículo.
Algunos
seres humanos manifiestan el típico error de culpar o de buscar culpables en lo
exterior de sí mismos ante cualquier situación donde no sean favorecidos, casi
siempre los sujetos olvidan decir me equivoque, más bien redundan en expresar
por culpa de la lluvia, el auto iba muy lento, el funcionario llegó con dos
horas de retardo en fin una gama de objeciones muy negativas donde se indica a
un culpable.
En consecuencia todo este andamiaje de
apreciaciones indebidas van haciendo una persona poco confiable, desligada de
los compromisos y sobre todo con una incipiente capacidad para ser leal tanto a
ella misma como a otra persona en particular.
La mala actitud de culpar a los demás es
una construcción subjetiva de un sujeto
no es un patrón conductual que esta fuera de él, es un ente que se alimenta de
sus producciones mentales de pensamiento, es decir habita en él y por
consiguiente no recibe fortaleza de lo exterior, todo se produce dentro de la
constitución psico mental de cada
persona que adopta este tipo de conducta inadecuada.
Conforme a esto es importante conocer que algunos
aplicados al campo de la psicología han encontrado que este tipo de conductas
son creadas en el interior de la persona, por lo que sostienen.
Este tipo de actitudes la asume aquellas o
alguna persona después de un resultado poco favorable en su vida íntima
personal o profesional.
Infinidad de personas se
dedican en ir culpando hasta la misma vida porque no son o fueron personas
importantes, en muchos casos van culpando a los padres porque no tuvieron una
buena posición económica.
A muchos, se les suele escuchar, mis padres no se interesaron en que yo
estudiara y fuese alguien en la vida; no obstante los padres dieron todo y
ellos no aprovecharon, se fugaron del colegio o de la universidad, también
arremeten y van culpando a sus patrones o jefes porque los despidieron sin
ningún sentido en fin se cree que este mal se extiende en casi todo el planeta
o es únicamente un problema de los países hispano parlantes latino americanos.
Al evidenciar todo este
trasfondo complejo que irradian estos
seres humanos, es propicio argumentar que el medio más cómodo para esgrimir
ciertas expresiones contrarias a las buenas actitudes es el echar la culpa a alguien, como suele
decirse salir del paso en una situación determinada.
Volviendo a tomar
referencia sobre los estudios realizados conforme a la actitud de echar la
culpa se encuentra que muchas personas se dan cuenta que están en un craso
error pero no desisten de él, consideran mejor continuar aferrándose a
pretextos y alegatos para demostrar que no son lo que las personas creen.
Es posible que el modo
de echar la culpa se haya convertido en una manera de vivir para muchos.
Dado
este extracto de apreciaciones, es
importante saber que es bueno que este tipo de persona conciencie que está
cometiendo un grave error siendo muy imprescindible tomar una nueva manera de
desenvolverse por la vida, sin escatimar los esfuerzos de superarse y no causar
molestias en las demás personas.
Tomando todas las
apreciaciones conocidas sobre esta actitud o conducta cabe destacar que se
pueden establecer las siguientes interrogantes para tener una idea del origen
de esta condición personal ¿Dónde se fomentó esta forma de actuar de la
persona? ¿Comúnmente quienes manifiestan estas conductas negativas? ¿Tienen los
padres algo que ver en esto?
Desde esta concepción,
se tiene que la vida es una escuela de aprendizaje permanente donde se integran
una variadísima gama de sucesos abstractos y concretos que influyen
directamente en la mente del ser humano, situaciones que va asimilando,
acomodando, y expresando, esto último contemplado en la teoría piagetiana, en
consecuencia todo lo que se desarrolla en el entorno de la persona incide
directamente en su actividad de aprendiz, entonces partiendo de esta idea se
puede expresar que este hábito de culpar a los demás tiene su origen en el
ambiente cotidiano en el que ha interactuado la persona, cabe destacar que las
malas actitudes no se enseñan directamente; pero se aprenden sutilmente de un
sujeto a otro.
Conforme a esto estas
actitudes se presentan más en niños también en adolescentes, en jóvenes con sus padres, también se sabe de
adultos sobre protegidos en su niñez y adolescencia, que se malcriaron, fueron
criados bajo el continuo engreimiento un proceso bastante inhabitual que da
resultados absurdos en la vida futura de los seres humanos, la mayoría de las
veces estas personas se sienten con autoridad para evadir cualquier
responsabilidad, o cuando la enfrentan, al primer momento que algo no va bien o sale
mal terminan radicalizando la culpabilidad en terceros.
En este sentido se cree
que los padres tienen alguna culpa en la aparición de estas actitudes
negativas, debido a que a ellos le esta concedida la crianza de los hijos, la
formación en valores y todas aquella buenas costumbres. Mas no es la intención culparlos
directamente, se sabe de padres que han dado todo lo mejor a sus hijos y estos
han desvalorizado los esfuerzos titánicos del padre y de la madre en función de
poner en práctica las enseñanzas hogareñas, se tiene conocimiento que muchas de
estas actitudes pueden ser aprendidas de otros, o si bien es cierto cada ser
humano tiene libre albedrío, es dueño de sus actos y es quien decide qué camino
tomar si el del bien o del mal.
En otro orden de ideas
cuando se busca conducir a una persona a buscar mejorar o erradicar esa
conducta no es fácil debido a que es una conducta que se encuentra sembrada en
las emociones del sujeto por ello se aplican infinidades de métodos y en
particular no basta, no basta los llamados de atención, los reproches, las palabras
sencillas, consejos; porque ocurre que estas personas se creen perfectas y
nunca aceptan ningún tipo de crítica.
Uno de los principales
factores que impiden que la persona acepte la crítica es el ego, que les habla
al interior estas premisas: no necesitas mejorar, eres perfecto o perfecta,
eres lo máximo, quien es esa persona para pedirte que cambies, en fin una
lluvia de subjetividades se generan dentro del ser.
Por consiguiente el ego
es un veneno en determinados momentos lugares y tiempo, el ego es un mecanismo
de defensa que está presente en las
emociones de las personas como lo puede ser el miedo pero este mecanismo no
puede absorber a la persona; un ser consciente no puede quedar a expensas de su
propio ego es imposible.
Cada ser humano debe
vestiré de sencillez y cordialidad para relacionarse con sus semejantes e ir
tomando en cuenta todo aquello que le ayuda a desenvolverse en la vida, y una
de las acciones más elementales que se deben llevar adelante es reconocer los
errores, estar conscientes de estos, comprender que somos objeto de
equivocaciones, que se tienen debilidades y sobre todo estar prestos a oír
cualquier corrección con mansedumbre, pues son estas las que van a ir moldeando
una nueva actitud, está claro que los procesos psicológicos de la mente no se
parcializan con los sentimientos, más
bien son el asiento de nuevas emociones, actitudes, fortalezas y razonamientos.
A manera de conclusión,
queda claro que para ningún ser humano es tan fácil aceptar la culpa ante un
determinado problema o situación, en este sentido es necesario recurrir a la sensatez, porque un ser sensato lleno de
cordura reconocerá la culpa, para el sería peor esconder el rostro u agachar la
cabeza, la condición de los seres humanos es compleja en gran manera y siempre
construye otros efectos por los que tratan de sentirse recompensados o
aprobados.
Es muy importante que
se descubra la conciencia clara de madurez y aceptar la culpa, debido a que
esta iniciativa conduce eficazmente a obtener beneficios en lo afectivo,
personal, profesional y social.
Muy buen enfoque de este tema
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