LA PEDAGOGÍA DEL AMOR EL SUSTENTO PARA UNA EDUCACIÓN DE
CALIDAD.
Prof. Oxio Ramos
A la
luz de la historia de la humanidad se ha pretendido adelantar modelos de vida
que influyan constantemente en el desarrollo de los pueblos del mundo, aunado a
los nuevos paradigmas de investigación de las ciencias humanas que buscan
reforzar una serie de valores sociales con el fin de atenuar la crisis del
conocimiento en lo que se refiere al manejo adecuado de la identidad, la
soberanía y la integridad territorial de cualquier nación del mundo.
En este sentido los grupos sociales
siempre se han visto afectados por modelos educativos que tratan de crear,
amoldar y preparar a los ciudadanos para el conocimiento de su idiosincrasia
por consiguiente el manejo pleno de la historia de su país, esta inventiva
conduce a administrar patrones educativos que logren alcanzar estos objetivos
soberanos en el mediano, corto y largo plazo.
Todas estas similitudes van a estar
regidas por una educación ecuánime donde los principios filosóficos,
antropológicos, axiológicos, y pedagógicos constituyan la formación de un
nuevo ser útil a la sociedad, constituyéndose de antemano
la radicalización de la identidad nacional; es por ello que los estudiantes van
a ir aprendiendo una cultura global.
Para que esta cultura global se fije en el
éxito, es necesario desarrollar estrategias de aprendizaje innovadoras,
animadas, consustanciadas con el contexto, donde educador y estudiante se
encuentren, se reconozcan, interactúen, y se consideren como herramientas
importantes que darán origen a la adquisición de los nuevos conocimientos.
Haciendo un poco de historia sobre la
educación encontramos que los Sofistas fueron los primeros maestros, un grupo
de hombres que eran utilizados para impartir educación en la Grecia antigua
allá por el siglo V cinco, los mismos iban de un pueblo a otro ofreciendo sus
servicios de instruir, universalmente se les tiene como los primeros
educadores, se le reconoce la hazaña de haber institucionalizado la enseñanza,
fundando la pedagogía.
En tal sentido, a partir de ese importante logro alcanzado por
los Sofistas, con el devenir de los tiempos han nacido diferentes concepciones
del proceso educativo, teniendo que cada una de estas ha
pretendido plantear las técnicas y los métodos didácticos más apropiados para
desarrollar los procesos educativos de la manera más adecuada y eficaz.
Al reflexionar sobre estos
puntos, es posible considerar la necesidad de implementar en el tiempo actual
nuevos modelos educativos que permitan un acercamiento más contextualizado,
donde el educador y el estudiante se conecten de forma asertiva y afectiva para
obtener un beneficio equilibrado en la forma de enseñar y en la manera de
aprender.
Conforme a lo anterior la única vía para alcanzar esta meta es a través
de la innovación denominada Pedagogía
del Amor, esta no es una nueva doctrina ni mucho menos una
teoría, simplemente puede verse como un estilo educativo, un talante, una
iniciativa, una actitud que cada uno de los educadores y educadoras debe poseer
dentro de su acción mediadora entre el aprendizaje y el aprendiz, más aún debe
ser como un don, esa potencialidad que da la motivación para enseñar con
alegría.
Para Tintos Lomas, la pedagogía
del amor es:
“El eje fundamental que
vertebra la pedagogía del amor es, obviamente, el amor, porque
él constituye uno de los pilares básicos en los que ha de
sustentarse la educación, ya que el amor genera un movimiento empático que
provoca en el educador la actitud adecuada para comprender los sentimientos del
educando y, en cierto modo, prever su comportamiento”
Al considerar esta posición del autor se evidencia que la práctica
educativa debe estar en cierto modo sustentada en la condición del afecto pues
constituye una fortaleza para propiciar el acercamiento entre lo que se enseña
y el educando, pues como es conocido muchos niños, adolescentes y jóvenes en
algún momento de su vida como estudiantes han experimentado cierto rechazo a la
institución educativa, al contenido que se dicta, al ambiente de aprendizaje;
por lo que es importante abrir la empatía para atraer a esa persona y
consolidar su adaptación al medio.
En otro aspecto es conveniente conocer que el acto de enseñanza y
aprendizaje se convierte en un proceso secuencial donde convergen una variedad
de factores bio psico sociales que caracterizan la personalidad del estudiante
haciéndolo moldeable a la trasmisión de los valores educativos que planifica el
maestro; por ello la dinámica de impartir la enseñanza siempre estará
fundamentada en principios de armonía y entusiasmo.
Siguiendo el mismo orden de ideas, es oportuno reconocer que la pedagogía del amor tiene un propósito fundamental el cual es
reconocer, aceptar, valorar al estudiante tal como es y no como quisiéramos que
él sea, esto lleva a entender que cuando se aceptan sus valores, defectos,
potencialidades, y forma de interactuar ante el educador se hará más fácil
consolidar los que ya tiene establecidos y trabajar en función de corregir, los
que aún no ha logrado aprender.
Desde esta perspectiva se puede precisar que la pedagogía del amor va
invitando al educador a que reconozca el resultado de los logros que obtiene el
educando y lo felicite por su buen desenvolvimiento escolar; es vital recordar
que los niños y adolescentes en edad escolar aún tienen una personalidad
inmadura necesitando de estimulación y refuerzos positivos para que su
imaginación, creatividad, voluntad y trabajo continúen mejorando cada día.
Imprescindiblemente, la pedagogía del amor se afianza en el principio de
situar en la mente de los pequeños y jóvenes educandos la valoración de todas
las experiencias que conforman la vida, la aceptación del entorno y del mismo
estudiante, proporcionando de esta manera su adaptación al mundo.
En este sentido se preguntaran, ¿qué estrategias son viables para
efectuar e implementar la pedagogía del amor?, se responde que esta se
establece con el entrenamiento consciente y sistemático de los adultos,
mediante procesos que permitan a los adultos
expresarse por medio de un
lenguaje armónico y a través del manejo adecuado de sus sentimientos y
emociones lo cual lo llevará a estar
capacitado para atender a los niños de una forma emocional adecuada, donde este
acompañamiento, sea visto por los escolares de buen modo, que la presencia del
acompañante y su forma de ser, se traduzca agradable digno de imitar, donde el
desarrollo de la confianza en los adultos sea un baluarte para ellos.
Igualmente algunos autores señalan, en el mundo se manifiestan
situaciones fáciles y difíciles de manejar siendo necesario saber lo importante
que es aprender la valoración y el disfrute de cada experiencia que le ha
tocado vivir a una persona; esto se llama sembrar amor para la vida,
traduciéndose en reconocer que este es uno de los tantos propósitos de la
pedagogía del amor.
Cabe destacar que mediante el proceso didáctico afectivo de la pedagogía
del amor los adultos le enseñan a los niños, adolescentes y jóvenes que al
mundo al cual han venido es un lugar autentico, maravilloso para aprender de
cada compañerito o compañerita, de las y los adultos, de las plantas, de los
animales, de las ciencias, de la escritura, de los cuentos de la matemática, en
fin de la vida.
Desde esta pedagogía innovadora, desde este estilo dinámico y armonioso,
el adulto le muestra al niño que este mundo donde esta arraigada su existencia
es un lugar estupendo para aprender juntos sin temor a ser mejores personas.
E indudablemente, en este lugar llamado el mundo la orientación, los valores, las buenas acciones
se aprenden de los adultos, que estar conscientes de nuestras actitudes nos
ayudan a valorar al que está a nuestro lado, a nuestros padres, hermanos,
maestros, amigos e incluso al ambiente natural.
La pedagogía del amor tiene una didáctica exacta, indefinida desde ella
se le indica a todos los niños, adolescentes así como a los jóvenes que los
errores nos hacen mejores personas si aprendo a aprovecharlos para aprender de
estos, sin la necesidad del castigo ni de la agresión y por si fuera poco que
cada ser humano en este inmenso planeta tiene en su interior la capacidad para
construir su propio destino, para ser feliz, alcanzar el éxito, para tener paz
y servir a los demás.
Como se ha venido exponiendo el tema, se considera que la pedagogía del
amor no es un proceso efímero, más bien se tiene como una técnica un proceso
didáctico que ha de construir en el estudiantado las bases sólidas para la
creación del hombre nuevo, que la filosofía de la educación a enunciado
constantemente a través de muchos pensadores educativos y que al recorrido de
este nuevo milenio, encarecidamente se le busca en las primicia del proceso que
algunos países del mundo han puesto en práctica para mejorar la educación.
Por ello que en este devenir histórico que le ha tocado a la humanidad
adentrarse en una sociedad saturada de avances científicos en materia de
tecnología, robótica, armamentismo, entre otros, se considera que es necesario
crear conciencia en el uso racional de todos estos instrumentos y nuevos
conocimientos, los cuales se ven complejos llamativos, pero su fin último está
basado en someter a las sociedades del mundo, a la destrucción de la humanidad; de allí que
surgen iniciativas para que a través de nuevas formas de educar, se logre formar
y tener ciudadanos conscientes del eminente peligro que estos avances
representan para el mundo, y solamente se logrará por medio de la puesta en
marcha de una pedagogía reflexiva, como lo es la pedagogía del amor.
Dado estos señalamientos, es posible conocer a ciencia cierta que la
educación como proceso único, ha de fortalecerse con nuevos ideales que
permitan el desarrollo del ser, de la conciencia, de lo humano para de esta
manera poder moldear a los estudiantes dentro de la pirámide de los valores
sociales, de la comprensión, de la lealtad, de la vocación de servicio y de
todos aquellos que permitan reconocer a la escuela, como la nueva escuela donde se educa para la
vida en un contexto cargado de experiencias agradables, comprendiendo que la
escuela es un territorio de paz, donde se construyen aprendizajes, donde se
estimula el aprender haciendo, como una manera de animación armónica hacia los
niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
En referencia al comprender la pedagogía del amor como una didáctica
transformadora se describen los siguientes planteamientos que van a fortalecer
la visión de la misma; en el ámbito de la educación no es posible ser eficiente
sin ser afectivo, esto se traduce en que el proceso de enseñar se fundamenta en
un pilar cardinal como es el afecto que conduce a entenderse como: cariño, simpatía, ternura.
De igual modo, la calidad en educación no surte efecto si no hay calidez
entendida esta como: fuego, calor, incandescencia. Estos elementos son los que
le dan vida a la acción de enseñar, de educar es esa llama que permite al
educador aportar todas sus potencialidades, métodos, habilidades y destrezas
para crear el ambiente propicio para brindar educación.
Así mismo, se considera que ningún compendio de métodos, conocimientos,
saberes, ningún currículo puede sustituir
el afecto en la naturaleza humana.
En concordancia con los factores que se vienen señalando, se tiene que
el amor genera confianza y seguridad, es
un sentimiento que va permitiendo la reciprocidad de una relación que busca
abrir un vínculo de cordialidad y va ayudando a la apropiación de lo que se
enseña.
De esta manera se llega a intuir que es dificultoso establecer un clima favorable a la enseñanza si no hay
relaciones cordiales y afectuosas entre el pedagogo y el estudiante.
En atención a las diferentes opiniones que se generan de esta nueva
didáctica se tiene que alguien en vez de dialogar sobre la pedagogía del amor,
prefiera hablar de la pedagogía de la ternura para resaltar el llamativo arte
de educar con cariño, con sensibilidad, para lograr alimentar la autoestima
contribuyendo a superar estados y o complejos
de inferioridad.
En el lenguaje coloquial venezolano existe una vieja sentencia que dice,
la letra entra con sangre, se solía escuchar a los padres, abuelos y hasta
algún maestro decir semejante palabra hace unas tres o cinco décadas, y el
referencial de esta expresión se situaba en el castigo como una forma de
enseñar, algo que en la pedagogía del amor o la pedagogía de la ternura se
tiene como un proceso de educación violento que no tiene cabida en las nuevas técnicas
de enseñanza y aprendizaje que postula esta pedagogía.
Precisadas estas posturas humanísticas de la pedagogía del amor se
manifiesta esta apreciación, la ternura
es encariñamiento con lo que hacemos, creamos, realizamos y lo que somos; es deseo de convertirnos y ser cada vez mejores, llegando entonces a
reconocer claramente que el termino ternura es sinónimo de: exigencia,
compromiso, responsabilidad, rigor, cumplimiento entre otros.
En conclusión este bagaje de ideas llaman a reflexionar sobre la base de
lograr fundamentar la pedagogía del mor en el nuevo docente, en los que ya han
avanzado en la educación y en los que en el futuro vendrán.
Todos los pedagogos están convocados a impulsar los nuevos paradigmas
educativos, a trabajar con ética, vocación y responsabilidad; donde se logre la
formación integral de los estudiantes.
E igualmente es indispensable que se incentive y se mejore el estatus
socio laboral de cada maestro con el propósito que pueda sentirse reivindicado
con su profesión y el trabajo que realiza en bien de sus semejantes, el docente
es un forjador de conocimiento y de ideal de libertad.
Es imprescindible que se hagan cambios a nivel de las políticas
educativas por parte del estado, como revisión constante del currículo,
construcción de infraestructura educativa, reconstrucción de la infraestructura
ya existente, dotación de materiales didácticos, material inmobiliario y de
limpieza.
Que haya un proceso continuo de orientación y supervisión a los
programas educativos, a la escuela y al maestro.
Es promisorio que se adelante por parte del ente rector de la educación
el cambio de las instituciones educativas debido a que es el ente que
interactúa constantemente con los estudiantes
y la comunidad para que de esta manera el perfil de innovación que se indique
el surta efecto deseado.
La pedagogía del amor es un nuevo constructo que bien equivale a
sumergirse conjuntamente con la búsqueda de la Calidad Educativa, por ello se
considera que todo proceso transformador dentro de la educación va a producir
efectos a corto, mediano y largo plazo, en este sentido cabe señalar la frase
del maestro venezolano Simón Rodríguez, “o Inventamos o Erramos”.
Para reflexionar e internalizar
“La educación es un recinto cerrado cuyo
candado esta por dentro, en el corazón de nuestros estudiantes, es preciso
abrir ese candado con la llave afectiva para educar integralmente al hombre del
futuro”
(Disponible en monografias.com-2015)
“El amor no crea
dependencia,
sino que da alas a la
libertad
e impulsa a ser mejor”
(Peréz Esclarin, 2013)
muy importante estudio para el sistema educativo
ResponderEliminarGracias por su apoyo, se le agradece algún aporte para las mejoras de este sitio web que esta destinado a brindar orientaciones educativas y algo mas
EliminarInstruyéndome sobre el tema. Gracias por compartir esta pieza. Invitado a leer mi humildísimo blog. Saludos.
ResponderEliminarSiempre a la orden y gracias por sus palabras de apoyo
EliminarBuenos días, excelente tema. Me es gusto saludarlo, desearía más información dentro de sus posibilidades y temas relacionados con la pedagogía del amor, estoy en la actualidad trabajando con ese tema en mi tesis, tiene como titulo: Pedagogía del Amor,alternativa pedagógica para el abordaje de las dificultades del aprendizaje en los educandos. Correo electrónico: deisyarboleda@hotmail.com. Cordiales saludos
ResponderEliminarBuenas noches, me gustaría saber cuáles son las teorías que apoyan esta interesante corriente de la Pedagogía de la Ternura o Amor.
ResponderEliminarGracias
Tematica , bien aborda des una postura reflexiva, excelente.
ResponderEliminarUN ESCRITO MARAVILLOSO, NO ME CANSO DE LEERLO. FELICIDADES
ResponderEliminarfue maravilloso haber encontrado este articulo, muy bueno gracias.
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