martes, 10 de julio de 2012

ORIENTACIONES PARA LA COMPRENSIÓN DE ALGUNAS SITUACIONES QUE SE PRESENTAN EN EL AULA POR LAS CUALES DEBEMOS ESTAR ATENTOS PARA UNA PEDAGÓGIA CURATIVA
Por. Oxio Ramos
      
La escuela, como centro de referencia del quehacer de los estudiantes en los últimos tiempos ha estado manteniendo dentro de su recinto una serie de situaciones que a lo largo del tiempo se convierten en una problemática social difícil de controlar, esto está referido al comportamiento que experimentan algunos estudiantes desde la etapa preescolar y mas allá de la adolescencia abarcando la juventud. Por tal motivo se cree necesario que el docente de hoy sea más proactivo en cuanto a su forma de desarrollar su acción pedagógica dentro de los salones de clase pues es allí donde convergen una serie de caracteres que deben conducir a buscar nuevas alternativas de ayuda para un logro más eficaz en el rendimiento académico de los estudiante, es muy frecuente encontrar en el colegio a niños que han desarrollado unas relaciones afectivas optimas mientras que otros se muestran intransigentes, desafiantes y negativos ante las normas del aula y la autoridad del educador, este tipo de conductas se deben valorar desde el punto de vista de la observación y la investigación que serán los patrones fundamentales que indiquen cual es la realidad que vive un estudiante, no obstante en este tratado se dan unas pautas para que tengas amigo docente, educador, maestro como mejor te agrade que te llamen una visión real que no solo los adultos padecen, tristeza, preocupaciones, decepciones que en la mayoría de los casos le impiden avanzar en el ámbito académico, siendo imprescindible tomar referencias del entorno familiar y social donde se desenvuelve el niño, niña, adolescente o joven.
     Primer factor Ansiedad y Depresión los niños experimentan numerosos miedos durante su crecimiento, la mayoría transitorios, de intensidad moderada y específicos de una edad, en estas ocasiones lo mejor es escucharlos y calmarlos. Pero en otros momentos en los que el sufrimiento es desproporcionado a la ocasión y se da de forma repetida, no debemos subestimar el sufrimiento de los niños, ya que puede tratarse de una ansiedad, depresión o fobia.
     Segundo factor Ansiedad y miedo, la diferencia entre la ansiedad y el miedo es que la ansiedad corresponde a estímulos internos, como preocupación por no saber hacer las cosas, y el miedo más bien se corresponde con estímulos externos, como miedo a fantasmas, a insectos, etc. Tanto el niño como los papás identifican más fácilmente la situación desencadenante del miedo que de la ansiedad.
     Tambien la Ansiedad por causas de separación, desatención o rechazo se trata de un estado de inquietud que experimenta el niño al alejarse de las personas a las que está vinculado, especialmente de su madre. Solamente se ha de tratar si es inapropiada o excesiva y su persistencia es de 4 semanas como mínimo aunque en ciertos casos puede perdurar más de lo que se espera.
Si se trata de un trastorno se producen miedos irracionales como preocuparse por si los padres sufren algún accidente o enferman, o bien pueden expresar miedo a perderse y a no reunirse nunca más con sus padres. Se muestran reacios a pasar la noche en casa de amigos, a veces incluso son incapaces de permanecer solos en una habitación y se acercan al padre o a la madre. Suelen tener problemas a la hora de ir a dormir.
Fobia escolar este término debe tratarse con mucho cuidado porque las fobias en ciertos casos están referidas a tratados de psiquiatría.
     En algunos casos está relacionado con la ansiedad de separación, pero no es el único motivo de la oposición infantil en ir al colegio. Las situaciones más temidas por los escolares son el miedo al fracaso escolar o al castigo en la escuela. En estos casos los niños experimentan una ansiedad excesiva en el contexto escolar.
     De igual manera ansiedad por cambio de escuela o residencia tanto si los cambios de escuela se producen por cambio de domicilio como por la búsqueda de una mejora en la calidad de la enseñanza, siempre implica un proceso de despedida. Se han de separar de unos compañeros y un entorno a los que han cogido cariño, y han de ir cogiendo confianza y acostumbrándose a un nuevo entorno y nuevos compañeros con los que se habrán de integrar.
Dependiendo de la edad y del carácter del niño, puede encontrarse con compañeros que han formado grupos y le puede resultar más difícil la integración. Es por lo tanto muy necesario conversar y prestar atención al niño escuchando sus dificultades y tratando su problema con respeto. No es conveniente, por ejemplo decirle: “eso no tiene importancia…” aunque para los padres no tenga importancia, para él es realmente un problema que le preocupa y no sabe cómo afrontar. Necesita mucha protección y apoyo.
     Por otra parte encontramos la Ansiedad excesiva y ansiedad generalizada que consiste en un sentimiento de ansiedad o preocupación excesiva, poco realista o persistente, cuya duración ha sido por lo menos de seis meses, que no ha sido producida por tensiones o cambios estresantes con los amigos, entorno, etc., es decir, que no se ve una explicación clara para que se produzcan estos cambios.
     En la ansiedad generalizada se da un sentimiento de preocupación difusa y generalizada. Lo más habitual es la ansiedad anticipatoria, es decir, el temor irracional a situaciones presentes o futuras. Es característica la inquietud o impaciencia, los niños se cansan muy fácilmente, padecen alteraciones del sueño, etc.
     La Ansiedad y Depresión los trastornos depresivos a menudo se presentan en jóvenes con trastornos de ansiedad. Cuando es así, los niños o adolescentes padecen de exagerados sentimientos de culpa, agitación, hipersomnia (exceso de sueño) y síntomas de trastornos en su alimentación.
     Por último se tiene el trastorno de depresión: la infancia feliz fue un mito durante muchos años. Actualmente se conoce que los niños también sufren depresión, aunque a veces se manifiesta de forma encubierta en diferentes formas. Si vemos a nuestro niño o adolescente melancólico, con sentimientos de inutilidad, con dificultades para las relaciones personales o menor participación en el grupo de amigos, alteraciones del sueño, cambios en el rendimiento escolar, rechazo en ir a la escuela o cambios en el apetito o el peso habitual, es necesario acudir a la consulta del psicólogo.
     También es importante que como docente se deba estar preparado para enfrentar este tipo de controversias personales que presentan algunos estudiantes y brindarles el apoyo que esté a su alcance estimados amigos pues estarás contribuyendo a mejorar una vida en el futuro, recuerda que la pedagogía se basa en el amor, la empatía y la solidaridad

 

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