LA
MÚSICA Y EL APRENDIZAJE
Por
Oxio Ramos
En los albores de los procesos de cambio que experimenta
la humanidad, son variadas las investigaciones que en diversos ámbitos del
aprendizaje se realizan, cada día surge un apremiante interés por conocer los
efectos que causan en las personas las nuevas innovaciones tecnológicas en las
reformas pedagógicas, en este sentido a través de esta revisión bibliográfica
se hace referencia a los efectos que origina la música en el aprendizaje, tanto
de niños, adolescentes y jóvenes.
De manera
satisfactoria en los últimos tiempos el campo de la música y su aporte al
aprendizaje ha ganado terreno en el campo de las investigaciones, con el
propósito de saber si es factible o no el empleo de la misma, como una
herramienta didáctica en el aprender.
Históricamente se conoce que los mas connotados genios o científicos que
lograron descubrir medicamentos contra terribles enfermedades, la energía
eléctrica, la comunicación telefónica, sentían un placer exquisito por la
música, desde esta postura se encuentra que Albert Einstein, era atraído por
las notas rítmicas del violín, el piano, la flauta y la guitarra era
un verdadero amante de la música. Según él, “La apreciación de la buena ciencia y la buena música demandan, en parte,
procesos mentales similares”.
(Borquez 1999).
Algunos historiadores revelan que la
utilización que hizo Einstein del violín, durante sus estudios, optimizaron valiosamente
su rendimiento académico. Sus biógrafos sustentan que Einstein escuchaba música
con frecuencia cuando estudiaba y construía sus grandes teorías, como la de la
relatividad.
En tal sentido muchos estudios actuales
dicen que los niños en su fase intrauterina y después de nacer, son demasiados
sensibles a la música y ésta a su vez favorece enormemente el desarrollo de su
cerebro. Al presente los investigadores, están de acuerdo de que el oído es el
primer órgano que se desarrolla a nivel embrionario, empezando a funcionar
activamente a partir del cuarto mes. En el contexto intrauterino, es el ritmo
del corazón de la madre y todos los sonidos de su entorno lo que origina, lo que
culturalmente conocemos como música. Los sonidos que escucha el bebé, en
especial los de la voz de su madre son indispensables para el desarrollo de las
áreas relacionadas con el lenguaje humano zona de Broca y Wernicke, situada en
el cerebro. Al nacer, en el niño los primeros gorjeos, balbuceos y sonrisas, no
sólo comunican la alegría de su ser, sino que a través de estas primeras
manifestaciones sonoras el niño comprende que su voz es el instrumento básico
para relacionarse con su mundo; antes inclusive de coordinar su cuerpo y su
pensamiento. De allí se estima que la
música no sólo refuerza la memoria y el aprendizaje en los niños, sino que al
igual que cuando hacemos ejercicios, la música de fondo aumenta la vitalidad;
así sucede cuando estudiamos y aprendemos.
Shuster y Mousen (1.982), a través de sus
calificadas investigaciones han podido demostrar a una inmensa parte de la
población que se ha inquietado por el tema música y aprendizaje, que con el uso
de música barroca por ejemplo, se pudo evidenciar que los estudiantes
aprendieron 30% más palabras con un fondo de este tipo de música, que sin ella
y de la misma manera la utilización de música clásica, produjo un efecto
intermedio alrededor del 15% mejor que el grupo de estudiantes que se le seguía
el control sin música a tal efecto, el ritmo, el
tono, el sonido, la melodía de la música tienden a relajar a los estudiantes,
permitiendo un proceso cognoscitivo enriquecido por imágenes, analogías,
pensamientos metafóricos por asociaciones entre las áreas auditivas, visuales y
emotivas; ideales para el proceso del pensamiento y de la creatividad.
Desde estas concepciones es importante
tomar en cuenta el conocimiento previo que debe tener el docente para la
aplicación de esta hermosa estrategia ya que las notas musicales son alternas,
varían en tonalidad y ritmo estimulando
ciertas estructuras cerebrales, que pueden ser positivas o negativas; es decir
pueden crear hiperactividad o pasividad por eso es importante investigar que tipo
de música debo colocar a los estudiantes inquietos si se quiere que se
concentren en sus actividades o si se desea que sean mas rápidos en la
ejecución de las actividades.
Precisados estos señalamientos es
necesario tener presente que para que la música ejerza influencia y fortalezca
el cerebro humano cuando estudiamos es indispensable un trabajo previo de
relajación física y de relajación mental, los cuales permiten liberar la
tensión y la ansiedad que presentan los estudiantes especialmente cuando
estudian para una evaluación determinada. Estos procesos permiten establecer
asociaciones cognitivas, que nos facilitarán comprender más fácilmente los
materiales textuales. La relajación que produce la música tiende aumentar las
longitudes de onda cerebral que son más lentas y más amplias (Alfa y Theta), a
diferencia de las ondas beta que son pequeñas y rápidas. También se producen
estados de conciencia alterada, en la cual somos más atentos a la interioridad
misma. De esta forma estos estados de conciencia producidos por la música y la
relajación, permitirán provocar unos cambios a nivel superior de la
organización de la mente, como los relacionados con la atención y el
aprendizaje.
Este proceso de relajación puede ser
mediante ejercicios respiratorios interna abdominal. Interna diafragmática,
visualización e imaginación con los ojos cerrados esto permite que el cuerpo de
la persona se relaje y entre en un proceso distenciatorio, propicia el juego
del pensamiento, creatividad, meditación y mejora del sueño. La música fuera de lo anterior influye en la
respiración, en el ritmo cardiaco, presión arterial, tensión muscular,
temperatura, niveles de endorfinas, estrés, actividad inmunitaria, percepción
del espacio y del tiempo.
Conforme a esto, la utilización de la
música clásica, en especial la música barroca o de flauta de pan, violín, piano
es fundamental para el ser humano cuando
estudia y aprende. En relación con la música clásica, es necesario precisar que
con respecto a “El efecto de Mozart”
los ritmos, melodías y frecuencias altas de esta música estimulan y cargan las
zonas creativas y motivadoras del cerebro. El secreto de la grandeza de este
efecto es el que todos sus sonidos son muy puros y simples.
Visto de esta manera, los planteamientos
referidos en este tema pueden contribuir a plasmar en la planificación docente
en su día a día en las aulas espacios para un encuentro con la música debido a
que las recientes investigaciones consideran
la necesidad de utilizar música para el aprendizaje. Para cualquier
orientación al respecto seguir las instrucciones de este blog.
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