viernes, 28 de agosto de 2015

AFRONTANDO EL ODIO Y EL RENCOR

ENFRENTANDO LOS SENTIMIENTOS NEGATIVOS: ODIO Y RENCOR
Prof. Oxio Ramos
     Dentro de las relaciones sociales que constantemente desarrollan los seres humanos, ocurren ciertos acercamientos que se constituyen como asertivos, sinceros, leales y elocuentes, los cuales van a proyectar a cada persona dentro de su ámbito de relacionamiento psicosocial, cada uno de estos factores tendrá un valor encomiable según el modo adecuado en que se exprese dicha relación; esta última conocida como lazo afectivo o amistad.
   
     Ahora bien, teniendo una relación amistosa o no, cada persona mantiene una postura emocional única lo que conduce a ver a los demás sin ningún tipo de desavenencia, quiere decir que si no se tiene amistad con alguien eso no implica  que se sienta odio, rabia o rencor en tal sentido se observa un patrón estable de comportamiento en cada persona.

     Conforme a esto, dentro de una visión introspectiva de la personalidad, se encuentra que a una consulta especializada de Psiquiatría o Psicología comúnmente llegan muchas personas que expresan que sienten odio o rencor hacia alguna persona por ejemplo su ex pareja, por su suegra, el hijo, por su padre, madre, por una persona común y así sucesivamente.
      
     Dentro de esta perspectiva y a través de rigurosas investigaciones adelantadas por los más connotados estudiosos de la personalidad se cuenta con una nutrida lista de personas de distintos estratos y  roles que han sentido estos inadecuados sentimientos de odio y rencor;  entre los que se mencionan: profesionales de distintas ramas, políticos, extranjeros, religiosos, personas sin un nivel educativo preponderante entre otros.
    
     Según ciertos análisis transaccionales de la personalidad revelan que las personas tienen una razón de base para llenarse o cargar en su aparato emocional estos ítems de odio o rencor y se estima que ellos de alguna manera se han sentido defraudados, abandonados o engañados por una persona que puede ser su cónyuge, concubina, padre, hermano, profesor, concejero, médico en fin un compendio de protagonistas que han despertado ese sentimiento negativo tan fuerte que se convierte en un eterno compañero de un sujeto.
    
     En consecuencia se visualiza lo siguiente “Todos ellos piensan que al odiar le están haciendo daño al otro”. Situación que se torna en una especie de idea interior permanente, lo que no le permite darse cuenta que se están haciendo daño a sí mismos.
   
      Por consiguiente es necesario verificar la definición de odio y rencor para tener una concreción más clara del tema e ir profundizando en el conocimiento de estas emociones negativas que se generan en el interior de la persona, “(Odio del Latín Odium) m Antipatía aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea”. Así mismo el termino rencor se describe de esta manera (Rencor del Latín rancor) m Resentimiento arraigado y tenaz.
     Las dos definiciones tienen una semejanza que se entrelazan y dan una visión de cómo se anclan  ambos sentimientos en los rasgos psicológicos de la persona.

     Analizando la exposición efectuada a lo largo de este enfoque se tiene que el rencor y el odio son dos sentimientos muy profundos que se arraigan y terminan desequilibrando la mente y el cuerpo de todo aquel que amolda dentro de si estas emociones; desde algunas corrientes psicológicas como la conductista, constructivista y últimamente la corriente psicológica positivista se maneja que “cualquier sentimiento negativo que experimentemos, sobre todo si está presente durante años, termina pasándonos la cuenta y volviéndose contra nosotros”.
    
     En este mismo sentido estos postulados psicológicos deducen que el odio y el rencor, a la larga, es un hondo resentimiento y se basan en la necesidad de decir algo que jamás se ha podido hablar o al menos no se ha podido expresar con la intensidad que una persona común  anhelaría.

     De conformidad con esto se entiende que las personas de cierta forma se sienten defraudadas y comienzan a generar dentro de su aparato mental una serie de ideas negativas contra alguien en concreto, ese enemigo que está latente ante su presente y que es ineludible dejar a un lado. Numerosos estudios traen a la luz que con el pasar del tiempo estas ideas van aumentando paulatinamente su intensidad provocando numerosos problemas como estados de depresión, ansiedad así como aquellas enfermedades psicosomáticas que van apareciendo en una persona las cuales son difíciles de encontrarle diagnóstico, cura y descripción científica.  En este caso de las enfermedades psicosomáticas muchas personas que las padecen manifiestan sentirse mal de una y otra dolencia pero que a la vista del diagnóstico médico clínico no se detecta ninguna afección aparente.   

     Algunas escuelas psicológicas del pensamiento sostienen teorías que aseveran que el odio profundo es una de las causas del cáncer; postulado que aún no se ha comprobado a través de las investigaciones médicas científicas.

     En vista a esta apreciación hecha en el párrafo anterior y de acuerdo a experiencias obtenidas mediante la lectura, investigación así como en conversaciones, se tiene que un fuerte rencor puede conducir a la persona a querer vengarse de algún agravio que le hicieron; pero lo cierto es que eso empeora aún más el malestar interior;  porque  cuando una persona  siente rencor significa que hay o había en ella emociones o  sentimientos en juego, por ello el vengarse pudiese generarle un  bienestar interior, pero acabara aflorando más dolor luego de un espacio de tiempo debido a que comienzan a ocurrir en la mente de la persona los reproches y sentimientos de culpa.

     Desde estas consideraciones se puede establecer una primera conclusión que denota lo siguiente: que ir por la vida cargado de odio y rencor es como tener que llevar siempre un pesado bulto a nuestra espalda que no permite alcanzar el bienestar psico mental emocional y ser del todo felices. Por consiguiente, además de albergar sentimientos negativos, el individuo se está negando una gran oportunidad para desenvolverse en la vida de forma adecuada y ser feliz.

ALGUNOS TICS PARA CONTRARRESTAR LOS SENTIMIENTOS NEGATIVOS DE ODIO Y RENCOR.

     Con la evolución de la ciencia médica, la psiquiatría y la psicología se han encontrado entre si una variada gama de técnicas para ayudar a mejorar las relaciones sociales en el plano familiar, laboral y comunitario lo que se considera uno de los más grandes avances de estas ciencias, que a lo largo de estas décadas se han ido desarrollando de una forma consustanciada con la realidad y necesidad de las personas.
    
      De allí que han surgido también otros métodos para ayudar a alcanzar un equilibrio emocional optimo en los seres humanos que buscan mejorar sus relaciones de pareja, relaciones amistosas, laborales, estudiantiles etc., etc.

     Con la aparición de la Musicoterapia, la Reflexología, las técnicas de relajación y la práctica de la milenaria Meditación han conducido a mejorar estados de ánimo, estados emocionales, adaptación, relajación, desaparición de emociones negativas como odio, rencor, instintos nerviosos, crisis de pánico entre otras.

     Conforme a esto se exponen algunas orientaciones que ayudaran a coadyuvar el mejoramiento de las emociones negativas de odio y rencor.

Hablar con la persona que te ha ofendido:
     Cuéntale cómo te has sentido luego del imprevisto ocurrido. En el caso de que no logres hacerlo, utiliza la técnica de la silla vacía; te colocas delante de una silla e imaginas que allí se encuentra sentada frente a usted esa persona. Dígale todo lo que piensas; esta acción es una técnica con un alto poder de liberación, te sentirás mejor cuando lo realices.
Acepta la imperfección:
     Recuerda que las personas como las organizaciones son imperfectas y no siempre pueden satisfacer todas tus necesidades y expectativas, es significativo aprender a vivir con eso sin que pueda causar molestias a tu forma de vivir.
No te conviertas en juez desmedido:
     Detrás del sentimiento negativo del odio y el rencor casi siempre se esconde un juicio y la sensación de que eres mejor que la otra persona que cometió el error, todos somos diferentes, por eso es uimportante no convertirse en esa persona que encuentra defecto a todo y recrimina.
Acepta que todo en la vida cambia:
     El mundo está en continuo movimiento y en transformación igualmente las personas, muchas veces no nos damos cuenta del cambio a nuestro alrededor y tal vez no vemos el cambio en la persona porque mantenemos la imagen vieja que tenemos de ella.

Recuerda la importancia de saber olvidar:
     Toma en cuenta que para liberarse de la pesada carga de los recuerdos que causa angustia limitando la tranquilidad interna es necesario olvidar y luego perdonar.
     El olvido es una de las funciones psíquicas de la persona, se establece en la memoria y cundo se encara asumir el perdón inmediatamente desde la conciencia se libera el dolor que está unido a las experiencias dificultosas.
Toma el tiempo necesario para perdonar y perdonarte:
El tiempo para olvidar y perdonar es de carácter personal no le corresponde a otros, es de tu propia naturaleza y es involuntario por tal motivo es imposible cambiar los hechos pero se logra cambiar la experiencia de estos sucesos con mejor fluidez si te perdonas tu también; así que intenta alcanzar esta meta.
Hay que tener presente:
     Que el acto de perdonar no borrara el daño que se ha recibido, tampoco exime de responsabilidad al ofensor, y mucho menos niega el derecho a hacer justicia por aquella persona que ha sido herida, importantísimo saber que la acción del perdón implica un proceso complicado que solo la persona lastimada puede hacer.  
Las consecuencias que adversan:

Cuando no se perdona, todas las ideas y todos los pensamientos se vuelven oscuros en cierto modo destructivos, cargados de pesimismo, desacertados se va perdiendo la confianza y el respeto hacia sí mismo.
Cuando no se logra asumir la aptitud de perdonar estamos admitiendo que nuestra salud, el crecimiento personal y nuestra vida se encuentren regidas por una conducta dependiente es decir se depende de algo o de alguien que nos causó una herida en el pasado.


Aprende a dejar ir:

     Se debe tener presente que en esta vida nos pueden pasar una gran variedad de acontecimientos, tanto agradables como desagradables sobre todo en esta última; es importante saber que por donde lo mires será difícil encontrarle el lado positivo a tantas cosas que consideramos injustas. En esos casos, lo más importante es dejar ir el odio y el rencor.

“Perdonar es el valor de los valientes, solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar”
Mahatma Gandhi







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