viernes, 24 de enero de 2014

REFLEXIONES EDUCATIVAS (LA UNIVERSIDAD O EL DOCENTE FORMADOR)

Por. Prof. Oxio Ramos


Es difícil pensar al maestro nuevo;  si se sigue formando en esquemas viejos, si ante todo no se da en su formación una recuperación de la Pedagogía como punto central y básico de su profesión. No es suficiente saber de métodos y didácticas, tiene que tener la capacidad de pedagogizar la cotidianidad suya y del futuro maestro, tiene que tener un horizonte de sentido y de saberes capaces de entusiasmar a los estudiantes por la vida, los valores, el sentido del hombre como un sujeto en desarrollo, capaz de ser más positivo y efectivo cada día.
Un futuro maestro que entienda que la educación tiene unas dimensiones sociales, por ello debe incidir en el progreso y desarrollo de sí mismo, su familia, su comunidad educativa. Un maestro capaz de entenderse en un trabajo de equipo que lo lleve al desarrollo de una inteligencia multisectorial, emocional, que conserve el interés por el saber, por su construcción y su verificación. Ello exige que las instituciones formadoras de maestros y los facilitadores (tutores, asesores) que las representan cambien sus paradigmas, comunes a cualquier escuela de formación, para convertirse en escuelas demostrativas convincentes, que permitan confirmar que es posible el cambio educativo y que la novedad debe ser, la supervision constante del trabajo, la tarea que debe realizar el estudiante de docencia cuando van a vincular o hacer fase de IDA en una escuela, ya basta de titular la mediocridad,  la vergüenza, a la incapacidad; hay que pensar que el estado venezolano se estará echando acuestas una carga por 25 años y hasta más si se sigue permitiendo que la docencia sea invadida por aquellos que no tienen vocación para tan noble y digna carrera.